Supercilita y Superbaffo pueden ser nombres de dos personajes de dibujos animados. Más bien, es el nombre de los muñecos a imagen y semejanza del presidente venezolano Nicolás Maduro y su esposa, Celia Flores, que en las fiestas navideñas se repartieron a los niños de las regiones más pobres del país por un monto de 13 millones de ejemplares. . Los juegos representan a la pareja presidencial como superhéroes.con especial referencia al distintivo «bigote» de Nicolás Maduro, quien, en la versión original, se transformaba en un Superbigote.
Una campaña muy criticada en un momento en que el país se muere de hambre, así como un intento de manipular a los jóvenes. “Me parece una falta de respeto a nuestros niños, con estos títeres quieren introducirlos en el culto a la personalidad de Maduro”, dice Belquis Bolívar, miembro de la Federación Venezolana de Maestros, que se opone a la represión del régimen. “Les transmiten una ideología a los niños pequeños, que todavía no saben distinguir entre el bien y el mal”, concluye la mujer.
Típica estrategia del régimen venezolano
Una jugada publicitaria para mejorar la imagen del líder autoritario, que lleva una década en el poder, y que no es nuevo en campañas de autocelebración de este tipo. Hace apenas unos días, por ejemplo, el presidente Maduro anunció la intervención de militares en el estado Bolívar, la región minera del país, para restablecer el orden en una región minera presa de bandas criminales. Incluso en este caso, según muchos expertos y asociaciones independientes, fue solo un proceso de comunicación y no una solución real y adecuada.
Trágica situación económica
Venezuela está aplastada por la pobreza y la inflación, y las condiciones económicas de la población son catastróficas, Tanto es así que muchos venezolanos han decidido irse del país.
Esta semana, el salario mínimo bajó a menos de 9 euros al mes, el más bajo del mundo.
