Así lo manifestó un informe sobre el impacto del Covit-19 en el clero y obispos del país, en la valoración de la Conferencia Episcopal Venezolana. En términos de epidemias, el número de víctimas equivale al 20,77% de los sacerdotes y el número de muertes al 2,13%. Cifras impresionantes que sugieren el impacto general de la epidemia, en lugar de cifras oficiales, indican 439.089 víctimas y 5.245 muertes en este momento (por ejemplo, más de 10 veces más muertes y 20 veces más muertes en la vecina Colombia).
De las 439 víctimas, 26 eran obispos, 22 de los cuales fueron curados, mientras que 4 fallecieron, uno titular y tres eméritos. Se trata de Mons. Custer Oswaldo Asuje, obispo de Trujillo (8 de enero de 2021); Señora. César Ortega, obispo emérito de Barcelona (9 de abril de 2021); Señora. Tulio Chirivella, arzobispo emérito de Barquisimeto (11 de abril de 2021); Kart George Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas (23 de septiembre de 2021).
Según el Cev, el 92,68% del clero en las diócesis del país está afectado y el 38 en las 41 jurisdicciones. En 17 diócesis, la incidencia de muertes por causa del gobierno 19 o adquiridas es del 41%, mientras que la edad de los fallecidos varía de 40 a 90 años, con un promedio de 61 años.