Caracas, (Venezuela Business Desk).– El voleibol masculino de Venezuela afronta una nueva oportunidad para reafirmar su crecimiento internacional con su participación en los XX Juegos Bolivarianos Ayacucho-Lima 2025, torneo donde la selección nacional competirá con una base joven que ya ha mostrado resultados destacados en competencias recientes.
Un historial de dominio regional
Con nueve títulos en doce ediciones del voleibol masculino bolivariano, Venezuela mantiene una tradición ganadora en la región. Solo en Valledupar 2022 quedó fuera del podio, al ubicarse en la quinta posición, una circunstancia que el cuerpo técnico busca revertir con trabajo, disciplina y enfoque a largo plazo.
“Acá lo importante es el apoyo para la competencia que tenemos del Ministerio del Deporte, del Comité Olímpico Venezolano. Una competencia de alto nivel para el país. Nos va a dar la oportunidad de preparar al grupo joven con el objetivo de los Bolivarianos, a ponerlos a tono con el grupo adulto. Hay que ver cuántos de estos muchachos pueden integrarse el año que viene al grupo adulto”, sostuvo Rubén Wolochin, director técnico de la selección masculina.
Un equipo joven con proyección
La selección Sub-21 se presentará en Lima con la base del conjunto que logró el bronce en la Copa Panamericana U23, disputada en agosto. Ese grupo, que representa la nueva generación del voleibol venezolano, se ha beneficiado del impulso que dejó el primer título en la historia del país en la Copa Panamericana adulta, un logro que refleja el avance técnico y organizativo del programa nacional.
“Estamos organizando cosas que están bien planificadas y ese es el foco hoy. Los resultados, normalmente si uno trabaja bien, llegan. Y no siempre puede ser la medalla de oro. Estamos muy contentos con la Copa Panamericana, pero hay que enfocarse pasito a pasito con estos chicos, a que desarrollen sobre todo la comparación física y algunas cuestiones técnicas para adaptarse al voley de alto nivel”, añadió Wolochin.
Cambio de sede y nuevos desafíos
El torneo, inicialmente previsto en Ayacucho, se celebrará finalmente en Lima, en el Coliseo Eduardo Dibos, entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre. La competencia reunirá a selecciones de gran proyección regional, con Colombia, Chile, Paraguay y Perú como principales rivales.
“Nosotros estamos preparándonos. Tenemos claro que va a haber equipos en los Juegos Bolivarianos que van a ir con muy buen rodaje porque Colombia ha participado en todos los mundiales de la federación internacional de este año en distintas categorías. Chile ha estado en los mundiales sub 19 con una buena camada. No hay que descartar a Paraguay, Perú que va a ser el local. Hay muchos factores en los cuales hay que centrarse en nuestra mejora y en el propio desarrollo. Creo que el equipo puede disputar las semifinales como primer paso y después, tener claro con quién vamos a jugar”, explicó el técnico argentino.
Talento emergente y visión a futuro
Entre los nombres más destacados figuran Carlos Beroes, elegido mejor atacante de la Copa Panamericana U23, y Carlos Berrios, quien viene de jugar en la liga profesional de India con el Delhi Toofans. Ambos representan la mezcla de juventud y experiencia internacional que el cuerpo técnico considera clave para el futuro de la disciplina.
“Tenemos la confianza que hay que tener. Potencialmente es un equipo interesante. Lo que a mí me parece muy importante es que uno se tiene que centrar en lo que uno produce. Si nos dedicamos a entrenar bien que es lo que están haciendo los muchachos, podemos hacer las mejoras que creemos que son necesarias, sin duda, que vamos a tener chance de medalla. Después una pelota adentro, una pelota afuera, un error de un árbitro, de un jugador, de un entrenador en un cambio, hace que, en vez de jugar por la medalla de oro, juegues por la medalla de bronce. No lo puedo prometer, pero si tenemos el compromiso de hacer las cosas serias y trabajar con pasión”, culminó el estratega.
Perspectivas para Lima 2025
El objetivo inmediato de la selección venezolana es clasificar a las semifinales del torneo. Sin embargo, más allá del resultado, el énfasis está en la consolidación de un grupo joven con capacidad de adaptación, fortaleza física y madurez competitiva.
El desempeño en los Juegos Bolivarianos servirá como un importante termómetro del progreso del voleibol masculino venezolano, que busca no solo volver a los podios internacionales, sino también establecer una estructura sólida que garantice continuidad en los próximos ciclos deportivos.
