Dos ojos, nariz y boca caída: realmente parece que está viendo el hocico de un oso, en la extraña formación geológica capturada en Marte por el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA. La imagen fue publicada por la Universidad de Arizona (responsable de la herramienta HiRISE que realizó la instantánea) e inmediatamente invadió las redes sociales al hacer uso de la pareidolia, o el proceso mental que nos lleva a reconocer caras y formas familiares en paisajes u objetos inanimados.
El diámetro del hocico del oso gigante es de unos dos kilómetros, y fue fotografiado el pasado 12 de diciembre por la nave espacial Mro mientras sobrevolaba el planeta rojo desde una altura de unos 251 kilómetros. La imagen intrigó a los astrónomos de la Universidad de Arizona, quienes compitieron para tratar de comprender qué podría pintar esa forma en la superficie del planeta.
La hipótesis más probable es que se trate de un cerro derrumbado en el centro de un gran cráter.
«Hay un montículo con una estructura de colapso en forma de V (la nariz), dos fosas (los ojos) y un patrón de fractura circular (la cabeza)», dice el científico jefe de HiRISE, Alfred MacEwen. «El patrón circular de la fractura podría deberse al depósito de sedimentos en un cráter de impacto enterrado. ¿Quizás la nariz es un respiradero volcánico o de lodo y el sedimento podría ser lava o flujos de lodo?»
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