El lunes, Venezuela introdujo un programa de inmunización masiva para niños mayores de dos años con la vacuna cubana Aptola, que logra una protección del 92 por ciento contra el Gobierno 19. El presidente Nicolás Maduro dijo que el proceso permitiría que el gobierno venezolano logre su objetivo. El 90% de la población debe vacunarse antes del 31 de diciembre.
En declaraciones a VTV de Venezuela, el jefe de Estado anunció el domingo que Abdala había recibido 1.600.000 dosis enviadas desde Cuba a Venezuela.
Maduro reiteró su llamado a que las personas se vacunen y reconoció los resultados de la estrategia nacional de vacunación masiva, bajo la cual se logró reducir la incidencia de enfermedades moderadas y graves en un 55% y la tasa de mortalidad en un 50%. Finalmente, anunció que pronto llegarían al país nuevos tratamientos para el Gobierno 19.
En octubre, Cuba aprobó la vacuna cubana Abdala, propiedad del Centro de Ingeneria Genetica Y Biotechnology, para uso de emergencia en niños checos. La vacuna se administra en tres esquemas de dosis con un intervalo de 14 días entre cada uso.
«Abdala Cuba» fue noticia en julio en el joven periódico comunista Juventus Rebelde y en El Manifiesto en Italia. «Un país más que una vacuna», se hizo eco del presidente Miguel Díaz-Coronel, quien comentó los resultados de la tercera fase de la prueba de suero cubano. Esto da fe del hecho de que Abdala tenía una eficacia de inmunidad del 92,28%. Éxito en detener Abdala a nivel de vacunas de ARNm. Este último es producido por las grandes farmacéuticas con inversiones multimillonarias, mientras que Cuba (más de 60 años) está bajo un asedio económico, comercial y financiero unilateral por parte de Estados Unidos.
Un bloqueo criminal impuesto a la Asamblea General de la ONU por 192 países. La propuesta presentada por Cuba fue solo «no» de Estados Unidos e Israel y no fue votada por Brasil, Colombia y Ucrania.
Así que Marta Ayala Ávila, gerente general del fabricante de suero BioCubafarma, se enorgullece con razón de anunciar los resultados, ya que unos 49.000 voluntarios fueron invitados al experimento de Abdala, que comenzó en marzo en el este de la isla. En el curso de tres inyecciones (una cada 14 días). La eficacia de este suero a base de proteína Rbd ha sido verificada por un organismo independiente y será certificado por la Autoridad Reguladora Nacional CECMED en los próximos días.
Por su parte, Cuba pudo declarar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había superado los estándares exigidos para que dos de sus cinco seros candidatos fueran reconocidos como vacunas: primero, la Soperana 02, producida por el Instituto Finlay, alcanzó el 62%. . La respuesta inmune (pero en el transcurso de dos inyecciones y el rendimiento se considera un tercio superior al de Soperana Plus) fue seguida por Abdala 92,28%.
José Moya, representante de la Organización Panamericana de la Salud en Cuba, dijo que la vacuna cubana era «una esperanza para América Latina». Las pruebas de ambas vacunas también se llevaron a cabo en una situación en la que la variante beta identificada en Sudáfrica y mutaciones de Govt-19 como la alfa están circulando en la isla de Gran Bretaña. Por esta razón, algunos países de América Latina están interesados en adquirir sueros cubanos, los cuales, de ser certificados por la OMS, pueden participar en el programa Kovacs de la ONU. «Ahora creemos que no habrá intervención geopolítica», concluyó Moya con una clara referencia a la política anticubana de Estados Unidos.