Il Messaggero no está hoy en los quioscos gracias a Fastweb

aquí vamos de nuevo. La falta de fiabilidad de Fastweb obligó al Messaggero y a otros tres periódicos del grupo Caltagirone (il Mattino, il Corriere Adriatico, Il Quotidiano di Puglia) a no publicarlo en los quioscos ni en la actual versión digital. Mientras que Gazzettino se estrenó en una versión incompleta. Grave daño a nuestros lectores, a la empresa y a los periodistas que cada día garantizan el acceso a una amplia información sobre el acontecer italiano y mundial. La raíz de este daño que está fuera de nuestro control, tal como ocurrió hace 50 días, es un fallo del sistema que Fastweb no pudo resolver de inmediato.

El director de Fastweb, Walter Renna, siempre recuerda que su empresa ofrece la conexión más rápida que existe en Italia. Desafortunadamente, su grupo ni siquiera cuenta con una red de seguridad y respaldo adecuada, un descuido que demuestra la falta de confiabilidad de su sistema.

No es casualidad que DownDetector haya recopilado bastantes quejas de los usuarios de Fastweb sobre los servicios prestados. Hablamos de inteligencia artificial y algoritmos de alta velocidad, pero en Italia todavía estamos luchando con líneas telefónicas y sistemas relacionados ineficientes.
En este sentido, no sorprende la proliferación de denuncias de daños de diversa índole empezando por la conexión a Internet. Descontento que aparece microscópicamente en las páginas de DownDetector. Desde principios de año, entre otras cosas, los clientes de Fastweb se han enfrentado una vez más a aumentos en sus facturas de telefonía fija.

Desde el 1 de enero, muchos han visto cómo el importe aumentaba entre 1 céntimo y 4,49 euros al mes.

Hace unos meses, Fastweb quedó excluida del nuevo contrato de gestión pública de la nube. En la adjudicación de la licitación del Centro Estratégico Nacional (Psn), el otro consorcio participante, Tim-Sogei-Cdp Equity y Leonardo, prefirió a la empresa, ya que el reglamento prevé la posibilidad de adquisición duplicando la oferta económica de los competidores.

La licitación se realizó en dos etapas, con Tim como agente, quien tuvo la oportunidad de repetir las ofertas ganadoras. La primera fase analizó los requisitos tecnológicos (que ganaron Tim y sus socios) y la segunda, los requisitos económicos. El precio de salida era de 4.400 millones y estaba sujeto a descuentos. Los primeros ganadores, Fastweb-Aruba, jugaron agresivamente en el frente económico, ofreciendo un descuento del 38,19% frente al 23,36% del otro consorcio. Esto supone un descuento mayor, de 700 millones, una estrategia que, según algunos expertos, podría haber afectado a la calidad del servicio. El caso es que la elección recayó en Tim. El incidente de anoche, uno más, demuestra que Fastweb es incapaz de ofrecer garantías y responder a las necesidades de los usuarios y profesionales locales. En este caso particular, esto socavó el trabajo de cuatro periódicos. Pedimos disculpas a los lectores.

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