Un artista callejero fue brutalmente agredido el viernes por la noche por el dueño de un famoso club en Piazza Bellini en Nápoles, después de su actuación. La historia es la de Gianmario Bruno Sanzari, un joven guitarrista que en los últimos meses ha animado las veladas de los numerosos niños que abarrotan la plaza cada fin de semana. Gianmarco lo contó todo en las redes sociales, donde también publicó algunas fotos de su estado tras el ataque. Esta es su historia: «He jugado y trabajado en este estadio durante los últimos siete meses. He entregado mi alma y mi corazón a todos los que me han escuchado. Anoche fui atacado por el dueño del club. ‘Yo le gustaste esta noche’….y a mi respuesta ‘Estoy aquí para atraparte. Algunas personas, él pensó que lo mejor era hurgarme en la boca y arrastrarme fuera del club, me llenó de golpes.
“Todo esto no me lo hizo a mí, -continúa el niño en su denuncia-, se lo hizo a todo un patio, se lo hizo a todos esos niños respetables que se destacaban entre la multitud y que creían en la limpieza y el respeto. vida nocturna como yo. Lo hizo con todos los lugareños que luchan por la mejora de esa plaza. Y en un instante, destruí todo. Porque todos los días le hacemos la guerra a esta gente. Y tú eres el primer criminal que me golpea sin buena razón, como si la razón justificase la violencia”.
“La escena más patética es verte subirte a la moto y marcharte frente al ejército que no te detuvo, frente a todos esos tipos por los que hiciste tanto ruido, y ninguno te detuvo – continúa el joven guitarrista -. Todos miran la escena. Pero nadie me da una mano. Me voy de esta plaza para siempre, consciente de que no puedes cambiar las cosas por ti mismo, con las mejores intenciones del mundo».
Y concluye: “Dejo este ruedo consciente de que está destinado a morir en una tontería, que nunca va a brillar tanto como pensé que lo haría. Y sé que hay un lugar peligroso dueño y que la justicia lo hará”. nada que lo impida. Volverá a pasar, le pasará a alguien más. Pero por favor, querido alcalde, no fijemos una patrulla en esa plaza. Concentrémonos en los problemáticos artistas callejeros”.