Dos personas fueron arrestadas y sobrevivieron a una masacre potencialmente trágica. En Viena, las autoridades locales frustraron un sensacional plan terrorista: atacar los conciertos de la cantante más famosa del mundo, Taylor Swift. La estrella estadounidense, que se encuentra de gira por Europa en las últimas semanas, jugará en el estadio Ernst-Happel de la capital austriaca los días 8, 9 y 10 de agosto. Tres fechas, no una, para permitir que decenas de miles de fans asistan a los conciertos.
Pero la fiesta podría haberse convertido en una masacre horrible. Las dos personas detenidas por la policía a las pocas horas tenían la intención de atacar una de las tres noches previstas para el espectáculo. La primera detención se produjo por la mañana en una pequeña ciudad a una hora en coche de Viena, Ternitz. El presunto terrorista tiene diecinueve años y reside en Baja Austria. Su identidad no ha sido revelada, pero se ha anunciado que ha jurado lealtad al ISIS. El director general de Seguridad Pública del Ministerio del Interior de Austria, Franz Ruf, explicó en una rueda de prensa que las investigaciones siguieron «actividades preparatorias» de un ataque perpetrado por el joven de 19 años. Con un ataque relámpago, la policía llegó a su casa, evacuó muchas viviendas cercanas y cerró las calles.
Luego, la policía arrestó al joven y encontró e incautó “productos químicos” sospechosos. Según las investigaciones, el hombre se volvió extremista en Internet. El segundo sospechoso fue detenido esta tarde en Viena y, según medios locales, tiene 17 años, aunque las autoridades no proporcionaron más información. Según algunos periódicos austriacos, pero las autoridades locales no confirmaron la noticia, hay otros tres presuntos atacantes prófugos, que también participaron en la planificación de un ataque al estadio Ernst Happel. El jefe de la policía austriaca, Gerhard Borstel, explicó que se había evitado un peligro concreto, pero se habían reforzado las medidas de seguridad para los tres conciertos de Taylor Swift y otros eventos programados para el fin de semana en Viena. Se enviarán unidades especiales al estadio Ernst Happel y se reforzarán los controles de identidad de los espectadores. Para los 65.000 fans de Taylor Swift que se esperan en cada fecha, se esperan largas colas, pero es probable que nadie se queje.
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