El Banco Central Europeo anunció un rediseño de algunos billetes. Una elección destinada a proporcionar herramientas acordes a los tiempos.
Cuando la moneda única entró en vigor en 2002, parte de la curiosidad se dirigió al diseño del billete. Al menos para los niños pequeños que aprendieron en la escuela cómo poner cada pieza hacia adelante y hacia atrás. Referencia de arte arquitectónico precisa oculta. Ahora, veinte años después de la aplicación real del euro, este recubrimiento podría cambiarse para dar paso a una alternativa más moderna. El anuncio lo hizo la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y dijo: «Es hora de actualizar la apariencia de nuestros billetes para que los europeos de todas las edades y orígenes puedan reconocerlos».
Un rediseño no debería ser una verdadera revolución de todos modos. En primer lugar, se consultará a los ciudadanos, a quienes se les pedirá que den su opinión sobre el tema, o sobre posibles emisiones de futuros billetes. En concreto, los de 100 y 200 euros, o Los que rinden homenaje a los estilos barroco, rococó y Art Nouveau. Una vez recogidas las propuestas, un grupo de expertos, representado por cada país europeo, presentará al Consejo de Gobierno una breve lista de los temas propuestos. Entonces entenderemos si el diseño basado en «tiempos y patrones» cambiará permanentemente.
El euro, hacia los nuevos billetes: que pasará con los billetes antiguos
Llevará algún tiempo hacer que se produzca el cambio. Según Lagarde, el horizonte es 2024, que es la fecha final del proceso del proyecto que finalizará con la autorización del directorio para emitir los nuevos billetes. En los últimos meses se ha hablado a menudo de reducir el método de la crítica. Sin embargo, en 2019, el efectivo siguió siendo la herramienta más utilizada para los pagos. Principalmente, durante una pandemia, Su importancia aumentó como reserva de valor. Incluso si, con el tiempo, resulta que el estancamiento del dinero en la cuenta corriente es una práctica absolutamente inútil. En cualquier caso, el restyling del nuevo euro no afectará al proceso de innovación digital.
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De hecho, según el Banco Central Europeo, el objetivo es rediseñar los billetes para que puedan seguir el ritmo de la investigación sobre el euro digital. Ambos proyectos, de hecho, tienen como objetivo satisfacer los deseos de los ciudadanos europeos, que ven el dinero como una forma de inversión y una herramienta segura para soportar los gastos más habituales. mezcla Entre las prácticas de pago en efectivo y en línea Entonces no parece imposible. A pesar de actuaciones recientes en este sentido, pone gran énfasis en la digitalización de los pagos o, al menos, en el uso de herramientas perfectamente trazables. Europa lo sabe, pero al mismo tiempo opta por no olvidar el papel esencial del dinero.