No se pudo conectar con Monza. Porque el equipo de Palladino (2-3 final en Ferraris) nunca está acabado, y sólo cuando el Génova – que revolucionó la segunda mitad después de una primera mitad mediocre – recupera la doble desventaja, la intuición del entrenador (ahora hasta 39) Mete a Daniele Maldini en la mezcla y le da al equipo Brianza el gol final 2-3. Un partido que estuvo indeciso hasta el final y los visitantes pensaron que lo habían asegurado con los goles de Pessina y Dani Motta, antes de tener que afrontar la remontada del Génova con goles de Gudmundsson y Vitinha. Atrás a mitad de camino.
monólogo en solitario
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Durante la mitad de la carrera, el Monza se muestra majestuoso y dueño del campo. Los Rossoblu entran al parón con la cara larga después de una actuación negativa en todos los sentidos de la palabra. Porque Gilardino invierte la posición de Sabelli, que corre hacia la izquierda, mueve a Messias al carril derecho y elige a Vrenderrup y Strootman como centrocampistas, con Fogliaco titular en lugar del sancionado Vázquez. Palladino, en cambio, enfatiza una formación 4-2-3-1, pero en el mediocampo ofensivo favorece a Pessina en el medio con el dúo Bondo-Akpa Akpro al frente de la defensa (Valentin Carbone está fuera), y Djuric como el hombre más adelantado. Con el primer ataque, Monza rompió el punto muerto. Andrea Carbone retrocede y mete un balón excitante en el carril derecho para Colbani, que tiene espacio libre y cabecea ante la portería de Pessina. El ganador de Zuccata y el gol pusieron el marcador 0-1. Monza coordina un trabajo perfecto, pero la defensa local se ve sorprendida. Lo más importante de todo es que Sabelli no se acerca a Colbani. Los Rossoblu lucharon en el área de Martínez, Sabelli volvió a chocar con Fogliaco, y en el siguiente córner, el habitual Colbani encontró libre en el área a Dani Motta, que encontró el córner derecho de Martínez con un media patada por encima. Golazo, Monza 0-2 y un Génova atónito y en shock. El equipo está agotado, Monza se desliza a voluntad: Berendelli encuentra un pasillo ancho por la derecha, De Winter se queda atrás: el balón es delicioso, pero no encuentra compañeros en el área. Monólogo de Brianza: Colbani (dos asistencias), una vez más, logra un disparo curvo que cae por encima del travesaño a la derecha de Martínez. Suspenso Génova: El equipo está en apuros, un partido muy estresante. Monza tiene el control total del partido, mientras que Gilardino no logra imponer el orden en un centro del campo aplastado por la amplitud de las maniobras visitantes, con Retegui y Gudmundsson sacando débilmente y corriendo vacío. Los Rossoblu se quedaron atrapados en la zona de defensa, sin encontrar espacios, y sólo en el minuto 42 un pase de Fogliaco por el carril derecho condujo al primer disparo del Génova, pero desviado.
cambiar el ritmo
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Se necesita un punto de inflexión y luego Gilardino le da la vuelta al equipo. En el partido participarán Fogliaco, Strootman, Vrindrop, Spence en el lateral izquierdo, Vitinha en ataque y Malinowski en el centro del campo izquierdo. Génova en acción con una formación 4-3-3 y una pica pesada de ataque: los efectos se notan de inmediato. Monza cierra, Génova eleva su centro de gravedad, recuperando presión y claridad. Siete minutos después, el partido se reanuda: el árbitro Feliciani es llamado a la pantalla por Farist Marini, quien denunció un toque claro de Pablo Mari en el área lejana en la acción anterior. Brazo ancho, la falta es clara: desde el punto de penalti Retegui deja la faena a Gudmundsson, cuyo disparo es bloqueado por Di Gregorio, pero éste la mete en el rebote. Segundo y décimo gol en el torneo para el islandés. El partido cambió y en el minuto 25 Vitinha marcó su primer gol para los rossoblu, con una jugada individual que sorprendió a Pablo Mari: un zurdazo perfecto para volver al segundo palo y el marcador era 2-2. Los papeles se han invertido, Monza está bajo el agua, falto de claridad y aplastado en su propio campo. El Génova es imparable, Retegui desafía a Di Gregorio (33), luego decisivo sobre Badelj, pero Maldini marca en el minuto 34 para poner el 2-3, aprovechando un breve rebote de Martínez tras un disparo de Valentin Carbone. La ampliación de Monza es la segunda parada consecutiva de Génova. Pero quizás esto sea más doloroso que lo ocurrido contra el Inter.
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