Lo único que todos entendemos ahora es que en los próximos años veremos cambios drásticos con respecto a la comerciabilidad de ciertas clases de vehículos. De hecho, se han anunciado las siguientes directivas sobre emisiones y otras características que próximamente serán de obligado cumplimiento para nuestros coches.
El tema ambiental ahora llena las noticias, en todas partes somos bombardeados con comerciales y anuncios de todas las empresas que se unen a la transición verde, y también tenemos que entrar en perspectiva de que en unos años podemos encontrarnos en una situación muy diferente cuando eso suceda. Ven a los coches. Pero, ¿realmente nos damos cuenta de cuáles serán las próximas reglas?
De hecho, es necesario informarse con anticipación cuáles serán las nuevas restricciones en términos de emisiones, para prepararse con anticipación y evitar realizar compras de las que podamos arrepentirnos amargamente en un tiempo demasiado corto. O puedes aprovechar ofertas e incentivos para comprar coches Euro 6 o coches totalmente eléctricos para deshacerte al mismo tiempo de un coche viejo. Pero, ¿exactamente a qué clases de vehículos afectarán las nuevas leyes?
Diesel rápido, también estándares para frenos y neumáticos.
La propuesta de reglamento presentada y publicada por la Unión Europea está específicamente dirigida a continuar el camino de la reducción de emisiones contaminantes, que, según anunció la comisión, tiene como objetivo reducir significativamente la contaminación. La propuesta entrará en pleno vigor el 1 de julio de 2025 y establecerá nuevas disposiciones para los motores Euro 7 que, por tanto, sustituirán al actual Euro 6.
En concreto, la nueva normativa se centrará en la reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno de todo tipo de vehículos, y por tanto tanto comerciales como particulares. En un nivel práctico, esto significará que los automóviles diésel estarán completamente sujetos a las restricciones de gasolina, lo que demuestra cómo el objetivo declarado de la Comisión Europea es eliminarlos definitivamente para 2035.
Por tanto, la nueva directiva especifica que la reducción de NOx debe ser de al menos un 35% respecto a la categoría anterior con una reducción del 13% en material particulado. En definitiva, no estamos hablando de los últimos límites, y eso no es todo, de hecho la normativa también establece que se deben reducir las emisiones de otras partes del coche como los frenos y los neumáticos que deben estabilizarse en torno al 27%. También novedades para el sector de los vehículos eléctricos, cuyas emisiones también se estimarán para la vida útil de las baterías.