por Francesco Giappichini –
María Corina Machado Barsca, una de las líderes más populares de la oposición venezolana, no podrá participar en las elecciones presidenciales venezolanas del próximo 24 de diciembre. La Contraloría general de la República bolivariana de Venezuela (CGR), un órgano administrativo, le ha prohibido ejercer cargo público por 15 años, aunque existen dudas sobre la legalidad constitucional de este texto. Incluso el presidente colombiano, Gustavo Petro, intervino: «Ninguna autoridad administrativa debe quitarle los derechos políticos a ningún ciudadano». Sin embargo, la prohibición no le impediría presentarse a las primarias, sino únicamente inscribirse como candidata antes de las elecciones al Consejo Nacional (CNE).
La exdiputada de la Asamblea Nacional de Venezuela es la Coordinadora Nacional de Vente Venezuela (Vv): la formación de la derecha liberal, que se opone fuertemente al gobierno autoritario del presidente Nicolás Maduro, y en general al chavismo en el poder y al llamado « madurismo». Machado, a quien la prensa denomina «María Corina», aparece en los sondeos de opinión como la favorita en las primarias Elecciones de la Plataforma unitaria de 2023, previstas para el 22/23 de octubre. Y si limitamos el análisis a las primarias de Plataforma unitaria democrática ( Puede), está claro que solo Manuel Rosales puede cerrarle el paso: el gobernador del estado Zulia es también el actual jefe de la formación reformista Un nuevo tiempo (Unt).
Y eso no es todo porque Machado también está por delante de Maduro en las elecciones presidenciales. Así como la oposición moderada atribuida a Puede supera con creces al Gran Polo patriótico Simón Bolívar (Gppsb), partidario de la Revolución Bolivariana. Pero volvamos a la prohibición de la CGR y sus razones: Machado supuestamente apoyó las sanciones de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro y la presidencia interina del excongresista Juan Guaidó. Precisamente por las razones antes expuestas, se alega que el organismo prorrogó la inhabilitación de 12 meses, que ya le había sido impuesta en 1915, por 14 años: en ese momento, algunas de las recompensas que percibía como diputada no estaban incluidas en la informe.
Entre otras cosas, a «María Corina» se le prohibió salir del país durante nueve años: en 1914 fue sospechosa de participar en un plan subversivo, conspirar para derrocar al gobierno de Caracas y asesinar a Maduro. En su momento, las objeciones a la misma («protestas, incapacidad para gobernar, acciones en el metro, lucha hasta el final para aniquilar a Maduro») fueron reportadas por la prensa, mientras que los seguidores de Maduro mencionaron cómo ya había sucedido en 2002, en la ocasión. del relámpago de gobierno Pedro Carmona Estanga, había firmado el documento que abolió la constitución y las garantías democráticas. En resumen, Machado forma parte de la oposición menos conversacional y más estridente al gobierno de Maduro, y se puede suponer que su eventual éxito no habría refrendado en absoluto el clima de reconciliación que necesita la nación. Sin embargo, la decisión de la Corte Europea de Justicia no solo ilustra el temor a la presencia del chavismo en el poder, sino que representa un largo retroceso frente a la mesa abierta de negociaciones en México. y más en general, con el objetivo de lograr la paz interna y la readmisión del país a la Asamblea de estados verdaderamente democráticos. María Corina declaró que la reforma «solo demuestra que el sistema sabe que ya está derrotado», y agregó que «vamos a votar con más fuerza, más rebeldía y más ganas de primarias».