Inflación que hace que los carritos de compras estén cada vez más vacíos, las facturas cada vez más altas, el alquiler o la hipoteca que pagar. Todos costes que reducen el poder adquisitivo de las familias y que además ponen de rodillas a muchos jubilados.
El primer indicador de la situación lo dan los voluntarios y, según ellos, las filas frente a los puntos de distribución de paquetes de alimentos son cada vez más largas. Hay otros elementos que ayudan a dar forma al panorama actual, empezando por las pensiones.
Pensiones prohibidas
La Asociación de Deudores Mejorados, que hace un seguimiento de la relación entre deuda y usura, asegura que las pensiones actualmente ejecutadas son de al menos 200.000 y teme que sea una cifra optimista. decreto bis ayuda Intervine elevando el límite de no reserva para las pensiones de 700 a 1.000 euros. La protección adicional no resuelve el problema, especialmente en este mismo momento en que la inflación, las facturas costosas, los ingresos y las pensiones están sufriendo una rápida erosión.
También aumenta el riesgo de perder su hogar. En 2019, el norte fue testigo de la mayor cantidad de ejecuciones hipotecarias (56,86 %), mientras que el fenómeno se presentó en el centro y sur con 19,41 % y 23,73 %. Giovanni Pastore, fundador de la Asociación de Deudores de Favores, de las páginas Profeta, llama la atención sobre la continua debilidad de la clase media, aplastada por los altos costos que tiene que soportar, deslizándose hacia la línea de la pobreza, despertando así un fenómeno que ya existía desde hace tiempo y se calmó desde el período de la epidemia, durante el cual se ejecutaron hipotecas y se suspendieron las ejecuciones forzadas. Si 2020 y 2021 no nos permiten sentir toda la gravedad de la situación, Pasteur concluye que 2022 y 2023 podrían ser una lluvia fría.
riesgo de desgaste
Además de la usura eclesiástica, el director de Caritas en Roma, Justino Trincia, denuncia el desarrollo de la usura de «proximidad». Un vecino o conocido que presta pequeñas cantidades -hasta sólo 100€- a los necesitados, luego pide una compensación con intereses.
Marcella Caradona, presidenta de la Asociación de Contadores Públicos y Profesionales de la Contabilidad de Milán, ofrece una idea del hecho de que las personas deben una quinta parte de sus pensiones y esto limita la capacidad de maniobra de las familias, haciendo que la manta sea cada vez más corta.
Para evitar que las personas, familias y jubilados recurran a los canales de crédito, especialmente a los canales informales, se necesita ayuda inmediata. Este es el pensamiento de Antonella Ciarone Alibrandi, vicerrectora de la Universidad Católica y directora del Observatorio de la Deuda, convencida de la necesidad de más apoyos para proteger a sectores de la población que, frente a la renta fija, no los tienen. Tienen suficientes herramientas para hacer frente al aumento del costo de vida. El experto concluye que con todo ello se evitaría recurrir al sobreendeudamiento, o peor, subvencionar al crimen organizado.