Perú estalla en protestas antigubernamentales: decenas de muertos
La tensión, que se había manifestado desde la toma de posesión del presidente progresista Pedro Castillo el 28 de julio de 2021 en la jerga política de instituciones y fiscalías, se ha transformado abiertamente en movilización social desde el 7 de diciembre.
Ese día, el parlamento dominado por el centroderecha logró destituir a Castillo «por impotencia moral», también gracias a una decisión repentina, no muy clara, del jefe de Estado de intentar disolver la legislatura.
Además, las rápidas medidas tomadas por el Poder Judicial, que ordenó la prisión de Castillo por 18 meses por el intento de golpe de Estado, no aliviaron la tensa situación y desataron una revuelta popular. Durante más de dos semanas, los cortes de ruta y los desfiles se multiplicaron, causando grandes molestias a muchos turistas, incluidos los italianos, que permanecieron atrapados en las zonas turísticas y cercanas a la fortaleza inca de Machu Picchu.
Un policía fue quemado vivo en enfrentamientos con manifestantes
Un oficial de policía murió después de que los manifestantes atacaron una patrulla de la policía y le prendieron fuego el lunes por la noche en la ciudad de Juliaca, región de Puno, Perú. Así lo informaron las autoridades locales. Otro policía resultó gravemente herido en la cabeza.
Josè Luis Soncco Quispe, de 29 años, estaba patrullando con un colega cuando fueron atacados por una turba que luego prendió fuego a su automóvil. El compañero de Sonko en la patrulla, Ronald Villasant Tuck, dijo que los hombres fueron «atacados por unos 350 manifestantes». Villasante fue llevado a un hospital de Lima con múltiples heridas en la cabeza luego de ser golpeado.
El primer ministro Alberto Otarola confirmó la muerte de Sonko en una sesión del Congreso y dijo que los oficiales habían sido atacados por manifestantes. Dijo que «la policía llegó al lugar y encontró que uno de los oficiales había sido golpeado y amarrado, y el otro, Luis Sonko Kisbe, estaba tristemente muerto. Había sido quemado vivo en su patrulla». Otarola anunció un toque de queda de tres días de 8 pm a 4 am en Puno y un día de luto.
antes de las vacaciones de navidadLos incidentes mataron a 28 personas y decenas más resultaron heridas en seis regiones del centro-sur de Perú (Lima, Apurímac, La Libertad, Junín, Arequipa y Ayacucho). La moral de los manifestantes también mejoró por el comportamiento de la presidenta Dina Boulwart, quien fue suplente de Castillo pero, una vez en el poder, formó un gobierno de centro-derecha, aliado a la mayoría parlamentaria conservadora. El Parlamento también hizo su parte para ayudar a aumentar las demandas sociales, rechazando la solicitud de elecciones inmediatas y contentándose con aprobar un adelanto general hasta finales de 2024.
Con estos supuestos, vuelven a las calles los movimientos que contribuyeron a la victoria presidencial de Castillo, junto a grupos de ronderos (campesinos vigilantes) y miembros de las tribus aymara y quechua.
A partir del 4 de enero Los manifestantes retomaron sus protestas, pidiendo la disolución del Parlamento, la renuncia de Dina Polwart, elecciones inmediatas y la liberación del expresidente. El gobierno del primer ministro Alberto Otarola ha optado por una línea de enfrentamiento violento con los manifestantes, y el pasado lunes derivó en un feroz enfrentamiento en Juliaca, región de Puno, en el que murieron 18 manifestantes y un policía fue quemado vivo en el auto. que la turba le había prendido fuego.
El Ministerio Público confirmó que todos los civiles habían muerto por disparos y abrió diligencias preliminares contra Poulwart, Otarola y los ministros de Defensa e Interior por genocidio y homicidio involuntario.
Con estos supuestos, trasladar la protesta masiva de los próximos días a Lima, como también anunció la Federación de Mineros, puede tener consecuencias imprevistas.