Llámelo la cuenta regresiva, o llámelo la captura, el significado no cambia: habiendo llegado a este punto en la primavera, miramos muy atentamente el posible comienzo del verano.
Estamos acostumbrados a comentar anomalías de temperatura ya en el mes de mayoSin mencionar que en algún momento de abril. Sin embargo, una costumbre que no ha tenido en cuenta la complejidad del ambiente y que muchas veces y por nuestra voluntad, como se nos ha recordado muchas veces, puede adquirir connotaciones fuertemente primaverales.
De hecho, este año, ni que decir tiene, estábamos convencidos de que habría sido el peor mes de primavera en cuanto a precipitaciones y temperatura. De hecho, los modelos de predicción todavía apuntan decisivamente en esta dirección.
Si hace la cuenta atrás, podemos decirte que no se hablará del verano hasta la última semana de mayo. Hasta entonces, de hecho, una gran cuenca entre Europa y el Mediterráneo central no permitirá ver el anticiclón. Ya sea un anticiclón africano o un anticiclón de las Azores, ya veremos.
Eso sí, tras un periodo como el que estamos a punto de afrontar, estamos convencidos de que habría más ganas de ver un poco de buen tiempo pero sobre todo de poder apreciar el primer calor de la temporada.. ¿Pero sabes lo que es la esperanza? Que el calor no llega todo junto, hipótesis de que a estas alturas está ahí porque dadas las fuertes anomalías en el ambiente podemos ver picos repentinos en los termómetros.
En este sentido, ya vimos a principios de mayo lo que puede hacer un anticiclón africanoPuede que llegara con nosotros con las pilas agotadas, pero en la Península Ibérica se encendieron los fuegos y las llamas. Tanto es así que la energía térmica que depositó sobre el Mediterráneo sería aprovechada por la artesa para producir fenómenos especialmente violentos.