La guerra en Ucrania redibuja la balanza en Europa. El escenario global se desarrolla y grandes actores como Estados Unidos se encaminan a incidir en los roles y poderes en el viejo continente. Lucio Caracciolo, director de Limes, explica que en los planes de Joe Biden para Estados Unidos hay dos regiones distintas, a saber, Polonia y Escandinavia, que tendrán un papel cada vez más central, escribió en La Stampa. Más peso acabaría «aligerando» el peso de Alemania y Francia.
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Varsovia es un pariente cercano, escribió el periodista experto en geopolítica que recuerda cómo era “la vista” desde Washington. Mucho más que un aliado. Eje de la primera línea de contención anti-rusa.” En resumen, el lado polaco es precioso para Biden y central para “el suministro de armas a Kiev”.
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Pero, ¿qué quiere hacer Estados Unidos? Caracciolo explica que «el objetivo de Estados Unidos es evitar que China reclame la supremacía sobre el mundo en el siglo XXI», y para ello no puede ir directamente a la guerra contra Rusia. Washington necesita «socios» en Europa que «puedan participar en la contención de Rusia sin exigir mucho de Estados Unidos». Por lo tanto, el eje franco-alemán tendría que dar paso al eje escandinavo-polaco, ya que Varsovia pretendía «afirmarse como la mayor potencia militar de Europa».