Durante la noche, el proyecto de Agricultura Evolutiva Asistida (TEA) de la Universidad Estatal de Milán sufrió graves daños. La mala hierba de la ignorancia ha arrancado las plántulas de la esperanza.
Uno o más fanáticos han vuelto a dar pruebas de lo que está prosperando en este país, lo peor del ludismo reaccionario escondiéndose detrás de un barniz verde para ponerse presentable: El campo experimental de arroz con té fue destruido, lo que, después de un agotador proceso de concesión de licencias, finalmente representó el reinicio de nuestra mejor investigación en este sector.Esto sucedió después de manipular la cámara de seguridad y dañar las vallas protectoras metálicas.
Hace un mes escribí sobre cómo la investigación finalmente se está afianzando también en los campos italianos; Pero este es un país donde una minoría de idiotas idealistas, cegados por la ideología y la rabia que ésta desata en las mentes más débiles, y al mismo tiempo sin el valor suficiente para expresarse abiertamente, piensan en deshacer lo que están haciendo de una manera cobarde y violenta. gesto. Realmente, para reducir el uso de agroquímicos, para proteger nuestras plantas y campos, y para proteger uno de los productos alimenticios más importantes en Europa que estamos tratando de desarrollar: plantas verdes que han crecido hacia el futuro y que han sido arrebatadas por una garra estúpida y violenta.
Espero que pronto puedan experimentar el producto de su ignorante soberbia, así como el castigo de la justicia, que espero les llegue; Pero en cualquier caso, los ignorantes de este país que quieren hacer valer su arrogancia con gestos similares deberían saberlo. No obtendrán más que pruebas de lo falso y dañino que es su ambientalismo vacío y de lo dañino que es el medio ambiente.Por la agricultura, la investigación y el futuro.
Pero la búsqueda no se detendrá. Los experimentos continuarán, y si no en Italia, al menos en otro lugar, porque afortunadamente la comunidad científica no conoce fronteras ni límites. Incluso en nuestro país volveremos a sembrar, insistiremos en explicar y seguiremos intentando que la gente entienda y se manifieste, a pesar de los pocos sinvergüenzas que están saboteando el trabajo ajeno y el futuro del país.
A nuestros investigadores Vittoria Brambilla y Fabio Fornara y a todo su grupo de investigación, así como al valiente empresario agrícola Federico Radice Fossati, merecen la solidaridad de todos los italianos que aún tienen la capacidad de activar sus neuronas.. Que sepan estos idiotas, que sólo consiguen la destrucción, que los ciudadanos que aprecian nuestras investigaciones son una gran mayoría, y no se dejarán intimidar por éste ni por ningún otro acto de terrorismo que sus mentes enfermas puedan concebir.