Una tos seca y persistente es un síntoma de COVID-19, que dura mucho tiempo sin mucosidad. Cualquiera que tenga un resfriado sabe lo desagradable que puede ser la tos. La tos es la reacción del cuerpo a algo que percibe como una amenaza.
Cuando se detecta un virus o una bacteria, el sistema inmunológico lo reconoce como un invasor y produce moco para atrapar partículas extrañas y expulsarlas del cuerpo. Toser ayuda a expulsar la mucosidad de los pulmones y despeja las vías respiratorias para que pueda respirar nuevamente. Sin embargo, algunas personas se sienten incómodas cuando tienen tos persistente porque saben que podría ser un signo de algo más serio.
La variante Omicron trae consigo una tos seca y persistente que persiste durante algún tiempo. Sin embargo, la tos no está contaminada por la presencia de mucosidad y por lo tanto también crea una sensación de falta de aire. Pero la tos seca también puede aparecer como resultado de una alergia, y por lo tanto debe ser monitoreada e informada a su médico. Solo así se podrá descubrir el verdadero origen del problema.
Comprobar los síntomas de la tos
Cuando el problema se vuelve persistente, siempre se debe investigar la causa. Hay muchas causas, pero la mayoría de ellas indican un problema que debe tratarse. Si escucha un silbido cuando inhala, puede significar que hay una acumulación de mucosidad en los pulmones. Esto puede deberse a asma, alergias o una infección bacteriana.
Algunos tipos de tos van acompañados de dificultad para respirar, especialmente si se trata de una infección bacteriana como la neumonía o, por supuesto, el virus Corona. En este caso, el problema persiste y luchas por deshacerte de él. Una tos seca acompañada de dolor en el pecho puede ser un signo de una afección subyacente, como una enfermedad cardíaca o cáncer de pulmón.
En caso de persistencia, siempre es recomendable consultar a un médico. Algunos tipos de tos indican una afección grave que requiere tratamiento inmediato. En el caso del COVID-19, la tos debe ir acompañada de otros síntomas como fiebre alta por ejemplo. En este caso, es recomendable tomar inmediatamente un hisopado molecular para saber si estamos infectados. Esto evitará la propagación del virus dentro de nuestra familia o empresa.
Examinar los pulmones con una prueba.
Una prueba de tos puede ayudar a su médico a determinar la causa. Hay varios tipos de pruebas, incluido un examen de esputo, pruebas de respiración y un examen de pulmón. Una prueba de esputo verifica el color y la consistencia de la mucosidad en los pulmones. Si su médico sospecha una infección bacteriana, puede enviar el esputo a un laboratorio para su análisis.
La prueba de aliento verifica la capacidad de los pulmones para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono. El médico nos pedirá que respiremos por un tubo mientras analizamos nuestra respiración. Finalmente, una gammagrafía pulmonar usa material radiactivo para revisar los pulmones en busca de anomalías o la presencia de un tumor.