Esta noche Corrado Formelli y Alberto Nerazzini debutaron después de 100 minutos en La7. Comenzamos con la investigación «Roma, Ciudad Abierta» sobre la mafia en la capital. El formato incluye un invitado: esta noche el primero será Nicola Gratteri, fiscal de Nápoles. Hoy en una entrevista con impresión El presentador Piazzapolita habla del poder de veto de los hermanos italianos y de la Liga: “Lo emitieron Giorgia Meloni y Matteo Salvini”. Mientras que en Rai “con la reforma estructural aprobada durante el gobierno Draghi, la responsabilidad de los programas pasó a los gestores de las macroestructuras que se extienden a las redes. Esto ha llevado a la cancelación de reservas indias como Rai 3, ya que se ha proporcionado información diferente”.
la prohibición
Formelli explica cómo funciona la prohibición de la IED y de la Liga Norte: “Desde los ministros hasta los concejales de las pequeñas ciudades, si alguien quiere participar en mi programa, primero debe pedir permiso a la oficina de comunicación de los partidos. La oficina impide su participación negando a las personas el derecho a expresarse. En Lega y Fratelli d'Italia entendemos por comunicación la decisión de ir a donde quieran, hablar cuando quieran y negarse a entrar en contextos donde no hay alfombra roja. “A mí me parece una estafa y un ejemplo de arrogancia masiva por parte de quienes están en el poder a expensas de los ciudadanos que no están adecuada y libremente informados como es su derecho”.
europeos
Respecto a la campaña para las elecciones europeas, “Tuvimos un avance preelectoral en Abruzzo, cuando varios ministros fueron a abrir carreteras y visitar escuelas a expensas de los contribuyentes: los italianos pagaron la campaña electoral del centroderecha. Estamos ante una auténtica emergencia, con dirigentes que no se enfrentan y ministros que se escandalizan si les esperas en la calle para hacer una pregunta. «Todo está organizado pero no hay necesidad de dejarles hablar para dar información».
Conflicto de intereses
Aunque Berlusconi ya no esté entre nosotros, el antiguo enviado de Michele Santoro afirma que el problema del conflicto de intereses sigue existiendo: “Hay que partir de una suposición: en Italia hay una anomalía que surge con la presencia de la derecha en el gobierno. Las tres parrillas especiales de Mediaset indican Forza Italia y el centro derecha. Cuando quienes también gobiernan la música Rai – y nunca se han adueñado de ella con tanta avidez como lo hacen ahora, eliminando cualquier voz disidente – nos encontramos ante seis redes que apuntan al gobierno. A esta situación básica hay que añadir que la igualdad de oportunidades, una ley en sí misma ridícula para cualquier periodista, se impuso precisamente a causa de la anomalía italiana.