Un grupo asiático de semiconductores ha situado a Italia en el centro de sus planes de producción para Europa. Una apuesta de 3.200 millones de dólares daría vida a una fábrica en el norte del país (Piamonte, Lombardía y Véneto están en funcionamiento) con 1.600 puestos de trabajo, creando una importante industria relacionada y con impactos positivos por valor de 4.000 millones de dólares en los próximos 15 años. La elección estará influenciada por la infraestructura local y la presencia de centros de investigación y universidades.
Por lo tanto, la salvación está lista para Italia, después de ver desvanecerse las posibles inversiones de Intel en el mismo sector. Silicon Box Group, con sede en Singapur, aceptó la invitación del Ministerio de Industria y Negocios de Italia, que está comprometido en varios frentes para atraer inversiones de actores tecnológicos globales. La empresa produce pequeñas astillas que se asemejan a granos de arena y se caracterizan por un menor consumo de energía y una alta adaptabilidad. El proyecto para Italia implica el ensamblaje de semiconductores para su uso en diferentes campos: todas ellas nuevas tecnologías para aplicaciones de próxima generación en el campo de la inteligencia artificial, la informática de alto rendimiento y componentes para vehículos eléctricos. Después de todo, Italia es uno de los principales productores europeos de microchips, tiene una fuerte presencia en el campo de la microelectrónica automotriz, industrial y aeroespacial y disfruta de una ventaja competitiva en diversos campos. Para fortalecer esta cadena de suministro, el gobierno ha formulado una estrategia de microelectrónica para lograr estos objetivos: mejorar capacidades sólidas en diseño de chips avanzados; Destacar la ventaja competitiva en electrónica de potencia y nuevos materiales; Fortalecimiento del sector de maquinaria productora de chips. «Necesitamos construir una cadena de suministro de semiconductores más resistente en Europa – afirmó el Ministro Adolfo Urso – y es por eso que el gobierno está colocando los chips y la microelectrónica en el centro de las prioridades estratégicas. Italia está compitiendo por una posición de liderazgo. La fábrica italiana de cajas de silicio Será uno de los más avanzados. Esperamos poder empezar a trabajar dentro de un año”.
«Italia fue la primera opción para nuestra expansión global», señala el cofundador y director ejecutivo de Silicon Box, Byung-Jun Han, quien se reunió con Orso en Roma. Creemos que la innovación en nuestros países está impulsada por valores culturales similares, que incluyen la curiosidad, la pasión y un compromiso incesante con la excelencia.
Esta operación forma parte del objetivo de la UE de restaurar el 20% de la capacidad de producción mundial de semiconductores para 2030 y tiene como objetivo respaldar la visión de una cadena de suministro mundial de chips resiliente y geográficamente equilibrada. Por su parte, el Ministro Orso anunció que este año podrían surgir nuevas sinergias importantes con inversores internacionales dispuestos a centrarse en Italia. Por el lado sindical, el secretario general del sindicato, Roberto Benaglia, habló de “buenas noticias en el ámbito de la política industrial para un país que está destinado a crecer sólo si atrae nuevas inversiones extranjeras, estratégicas y tecnológicas”.
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