Michelle Obama es la única de los posibles sustitutos de Joe Biden en la carrera por la Casa Blanca que puede vencer a Donald Trump. Eso es lo que muestra una encuesta de Reuters/Ipsos, que muestra que la ex primera dama -que siempre ha negado querer entrar en política- tendría una ventaja significativa sobre el ex presidente, 50% contra 39%. La cuestión del candidato alternativo de Biden se vuelve más urgente hora tras hora, a medida que surgen informes de que el presidente está considerando la posibilidad de dar marcha atrás.
Entre otros demócratas tenidos en cuenta en el sondeo destaca la vicepresidenta Kamala Harris, a la que Trump derrotará por un punto, 42% frente a 43%. Mientras que el gobernador de California, Gavin Newsom, está a 3 puntos y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, a 5. A diferencia de otras encuestas de opinión, esta encuesta no registra una caída de Biden después del debate y describe el duelo entre Biden y Trump. Trump está cabeza a cabeza, con ambos candidatos con un 40%.
El papel de Barack Obama
Las noticias de las últimas horas también han destacado en parte a Barack Obama como asesor personal de Biden.. Tras el desastroso debate televisivo que tuvo lugar el pasado jueves, se produjo una llamada telefónica, según fuentes informadas, pero no precisaron hasta qué punto Obama abordó directamente las dificultades y debilidades mostradas por el presidente ni expresó preocupaciones sobre sus posibilidades de ganar. .
Las preocupaciones que el expresidente expresó en privado a sus aliados, a quienes dijo que el ya difícil camino de Biden hacia la reelección se había vuelto aún más difícil después del debate.
Una valoración de la situación más alarmante que la ofrecida en el post compartido acaloradamente por el expresidente en el que afirmaba que “en los debates pasan malas tardes, créanme”, refiriéndose al fracaso de su primer debate en 2012, repitiendo, sin embargo. Su confianza en las capacidades de su ex diputado.
“El presidente Biden está agradecido al presidente Obama por su apoyo inquebrantable desde el comienzo de la campaña como un fuerte enlace con los votantes y un asesor confiable del presidente”, comentó Lauren Hitt, portavoz de la campaña de Biden.
De hecho, Obama lleva meses expresando preocupación por la dificultad de hacer campaña en privado, con amigos, pero también con el presidente. Por su reelección y el riesgo de que gane Donald Trump. Incluso antes del debate, había reiterado, una vez más a su círculo íntimo de aliados, sus preocupaciones sobre la carrera por la Casa Blanca a algunos de sus amigos de confianza.
Sin embargo, a diferencia de muchos demócratas que entraron en pánico y exigieron que Biden se retirara, Obama no se apresuró a sacar conclusiones y siguió considerándose obligado, a la luz de los ocho años que pasaron juntos en la Casa Blanca, a ayudar y apoyar a Biden.