Ayer por la mañana, cinco ataúdes con la bandera francesa fueron encontrados frente a la Torre Eiffel, en un acto de provocación hacia Macron, que ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de enviar a sus soldados a luchar en Ucrania.
Los ataúdes estaban llenos de yeso y cubiertos con la bandera francesa, un detalle que, según los investigadores, debe interpretarse como un gesto prorruso. Los autores de la provocación fueron un búlgaro, un alemán y un ucraniano. La policía los localizó y los arrestó. La investigación deberá demostrar «posibles injerencias extranjeras» en la organización empresarial.
La primera persona que detuvo la policía, cerca de la Torre Eiffel, fue el conductor del camión que los transportaba. El hombre dijo que «pagó 40 euros por el transporte de los hombres y la carga». Podría haber venido de Bulgaria. Otras dos personas, de nacionalidad ucraniana y alemana, fueron detenidas cuando se disponían a subir a un “autobús a Berlín” en la estación de Bercy, al este de París.
Los investigadores suponen un vínculo entre este incidente y otra -reciente- sospechada «intervención extranjera»: las marcas de «manos rojas» dibujadas la noche del 13 y 14 de mayo en la pared del Memorial del Holocausto en París, un evento en el que tres personas que Se sospecha que huyeron al extranjero.
En octubre, después de que comenzara la guerra tras un ataque de Hamas contra Israel, algunas fachadas de edificios en París y sus alrededores fueron pintadas con la Estrella de David. Una pareja moldava fue arrestada y acusada de ser los autores, pero las autoridades francesas culparon de la acción a los servicios rusos. En estos dos casos, el ministro de Asuntos Exteriores, Stéphane Ségourney, habló de “ejecutores pagados para desestabilizar y explotar las divisiones en la sociedad francesa”.
Equipo editorial de hechos y acontecimientos