No habría ocupado ilegalmente el inmueble expropiado y convertido durante años en gimnasio, pero no habría pagado los salarios de algunos empleados que también trabajaron ilegalmente por breves periodos. Esta es la última noticia que surge de un reportaje de Striscia la Notizia, el informativo satírico de Mediaset, sobre el caso de la empresaria «legalista» Valeria Grasso, que, tras el embargo de su negocio hace dos semanas, también fue denunciada por el municipio por ocupar un edificio público. El caso surgió tras una investigación de PalermoToday. Más problemas recaen sobre Valeria Grasso que, además de la orden de desalojo de la Agencia de Bienes Confiscados, recibió una solicitud de pago de 212.000 euros en concepto de indemnización por la ocupación ilegal.
«Trabajé para Valeria Grasso durante algunos meses, pero lo dejé casi inmediatamente – le dice una mujer a Stefania Petix – porque no me pagaban. Durante un tiempo también tuve que trabajar ilegalmente. La gente venía constantemente al gimnasio para exigir una compensación que No recibieron, pero ella los llamó locos. Otra trabajadora se hizo eco de eso: “No me pagaron ni la última cuota ni mis comisiones. Me despidieron y ya no recibo nada”. “Trabajamos en condiciones inhumanas”, concluye un antiguo colaborador. A la ya numerosa lista de acreedores se suman también la ex eurodiputada Sonia Alfano y su hermano Chico, que iba a prestarle 20.000 euros para cubrir sus deudas.
El reportaje de Stricia también reconstruye la historia de una mujer que fue víctima de violencia, atacada por un hombre que intentó matarla y se encontró con la empresaria en el escenario por una iniciativa. Durante la manifestación, la mujer dijo que estaba desempleada y Valeria Grasso sugirió ofrecerle trabajo en su gimnasio. «Ella nos dijo – continúa Petix – que sentirá que la utilizan para causar una buena impresión. Este trabajo durará poco tiempo y él tendrá dificultades para cobrar el pago debido. Otros antiguos colaboradores han recurrido a abogados para recuperar su dinero». salarios impagos por el trabajo realizado dentro de la propiedad confiscada.
Otra cuestión se refiere a los pagos a los miembros del gimnasio, gestionado oficialmente por una empresa, quienes, al pagar la cuota mensual, reciben un recibo no financiero, sin impuesto de timbre y sin número de serie, pagado en efectivo con un sello. Lleva el código tributario y el nombre de la Asociación «Legitimidad y Libertad», que preside Valeria Grasso.