La Iglesia colombiana seguirá acompañando a los inmigrantes venezolanos, aunque la situación en algunos contextos, como en el caso del Norte, en la frontera con Panamá, supere las capacidades de acogida. Así se dio ayer, en conferencia de prensa realizada en el marco de la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), en presencia del Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná. Los obispos reiteraron su llamamiento a las instituciones y a la sociedad en general, “a vivir con compasión, dejando de lado la indiferencia, ayudando, acogiendo, acompañando, fortaleciendo e integrando a quienes sufren la violencia, la injusticia y la emigración”. La Iglesia está llamada a tocar el cuerpo de los que sufren y, en particular, “Entre ellos, un grupo muy importante de personas que han sufrido las consecuencias sociales y políticas en los países de América Latina son los migrantes. En particular nuestros hermanos venezolanos y hermanas Hay alrededor de 2.700.000 en Colombia, para no hablar de los que pasan. Hugo Alberto Torres Marín, Arzobispo de Santa Fe de Antioquia. Agregó que ante esta realidad, “la Iglesia trabajó muy activamente en el acompañamiento de los inmigrantes permanentes y de los que cruzan a otros países”, señalando las iniciativas más importantes que se han puesto en marcha.
El Arzobispo González de Zárate agradeció en nombre de la Iglesia venezolana el apoyo recibido y la actitud acogedora y misericordiosa de la Iglesia Católica en Colombia e insistió que es una dolorosa realidad que continúa: “Queremos pedirles que no olviden esta realidad de la emigración venezolana, que requiere la atención de los organismos multilaterales”.