El tiroteo de Hamburgo en un centro para los Testigos de Jehová tuvo siete víctimas según las primeras reconstrucciones de Bild. El periódico local Hamburg Morgenpost informó de seis muertos, siete de ellos graves y diecisiete leves. De momento, la policía se limita a hablar de «varias personas que resultaron gravemente heridas, algunas de ellas de muerte».
Empiezan a surgir algunos detalles sobre la dinámica de la masacre: Se trataría de un individuo que presuntamente irrumpió en el centro durante una ceremonia religiosa y pudo haberse suicidado tras la agresión, según un vocero policial. La primera noticia confusa fue la de un agresor que seguía prófugo, pero la policía lo desmintió casi de inmediato: “No lo sabemos”. Tampoco se sabe nada sobre la motivación.
El tiroteo habría tenido lugar alrededor de las 21 horas, y las primeras alarmas se produjeron un cuarto de hora después en la jefatura de policía. Cuando los agentes llegaron al lugar de culto, según Bild, habían oído el último disparo arriba.
Las fuerzas de seguridad acordonaron toda la zona e instaron a los habitantes de Hamburgo a permanecer en sus casas y evitar la zona al norte de la ciudad hanseática alrededor de Delbug, la ruta del ataque. «Busque refugio en un edificio. Llame solo en caso de emergencia para que la red no se caiga».
El alcalde Peter Chencher (SPD) dijo que estaba conmocionado por el incidente y expresó sus condolencias en Twitter a las familias de las víctimas, y agregó que la policía estaba trabajando para «aclarar las razones» del ataque.
