Hay victorias sin cuidado, aunque sean grandes y convincentes. Así fue con Italia 3-1 fuera de Albania, y para explicar por qué basta con medir la distancia entre Tirana y Doha, ya que en días se lleva a cabo la inauguración del Mundial, y el segundo consecutivo sin los Azzurri. . Precisamente, para superar su hora más oscura, como admitió el propio técnico, Roberto Mancini al menos pudo sonreír a la velada marcada por el doblete de Grifo, la llegada de la nueva fuerza azul y la entrada en el campo de Simone Pafundi, de 16 años y seis meses. : el delantero del Udinese es el Once debutante más joven en 100 años, y el tercero en la general. Mancini también destaca el crecimiento de Dimarco, la madurez asegurada de Raspadori y la paz con Zaniolo.
En el estadio futurista de Tirana, el 3-4-3 azul permite al técnico experimentar un futuro que borra el presente lúgubre. Meret reemplaza a Donnarumma en la portería, Scalvini encuentra un lugar en defensa, mientras que el tridente de Griffo completa un ataque en el que Raspadori es un mediapunta ofensivo, más que la dupla Verratti-Tonali que no son innovadores del juego. Riga tiene a Albania en el espejo y está repleta de jugadores de primer nivel, desde Berisha hasta Bajrami.
Italia arranca rápido, y Zaniolo se dispara dos veces al área por la derecha, deteniendo varios pases. Grifo tiene un pie encantador, lo intenta por fuera (8′), desviado, luego en el minuto 11 entra al área y saca por el medio, con Zaniolo que no repite la feliz experiencia de la Final de Conferencia en el desafío y dispara alto con la puerta abierta. Y así, en el minuto 15, Albania aturdió a la defensa azul: una falta de Mebazel Bajrami, un cabezazo de Ismagli y detuvo Meret. El 1-0 está prácticamente rotulado Empoli. Pero Italia respondió de inmediato, y el empate llega a los 5 minutos: Griffo otra vez, que metió al área a Di Lorenzo por la izquierda, Napoli es bueno anticipando al goleador y al portero. Mientras Zaniolo continúa el duelo personal con el gol fallado (en el minuto 23 Dimarco le pegó bien en el área, levantó mucho el balón), Raspadori-Grifo se encarga: el primero gana el rebote a Kumbula, se desvía en al área y la manda atrás, el segundo del cuadro bate a Berisha con el pie derecho, en el minuto 25. Al final del tiempo Tonali fue expulsado por una caída con un golpe en la cabeza. Ebìì en plena recuperación Zaniolo remata al poste y mala suerte con la zurda para golpear a Berisha.
De vuelta al campo, Albania corrió en busca del empate y tres minutos después Meret tuvo que hacer su primera parada tras un cabezazo de Kumbula. Entre el 51′ y el 53′ se estremeció el larguero: Albania por la derecha de Grifo, Meret sobre el debutante Roshi, con la posterior parada de Meret por la derecha de Uzuni en el área. Italia es larga, Mancini la regaña, Albania trata de aprovecharse de ella. Bajrami casi empató en el minuto 15 y volvió a estampar su pie derecho en el larguero, viendo a Lengani en el rebote y negándole en la línea por atajada de Bonucci. Pero en los momentos más difíciles llega el doblete de Grifo: esta vez es Zaniolo quien lo inventa, un pase en profundidad a Verratti que lo derriba por derecha, Grifo lo endereza desde la frontal y hace el 3-1. Son 19 minutos, el golpe psicológico frena el fervor competitivo albanés. Dimarco impacta en la media hora, desde dentro del área, y merece el gol, pero Berisha se niega, y apenas Merritt lo imita en el golpe, se opone a Roshi. El portero del Napoli tuvo que repetirse en la final, con chilena de Skuka, y la reacción fue efectiva. Y acaba con Chiesa regresando de azul al campo en el 44′ con los juniors Pinamonte y Pafundi, tras Ricci y Fagioli. Como diciendo, el presente es el que es, el futuro lo verá.