El Senado de los Estados Unidos aprobó una ley conocida como la «Ley Bolívar», que prohíbe a las agencias federales hacer negocios con cualquier persona que apoye al gobierno de Nicolás Maduro.
Una disposición que contradice que el mes pasado Estados Unidos autorizó a Chevron a comenzar a extraer petróleo en Venezuela, en un gesto de apoyo a las negociaciones entre el gobierno venezolano y la oposición.
El canciller venezolano, Carlos Faria, expresó en sus cuentas de Twitter: “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela condena enérgicamente el nuevo intento del Congreso estadounidense de violar los derechos económicos del pueblo venezolano y ofender la memoria del libertador Simón Bolívar”. .
En un comunicado oficial, Caracas calificó el documento como «un grave insulto al pueblo venezolano» que «vulnera» la integridad del pueblo soberano venezolano, así como la seguridad de las propias empresas estadounidenses, exponiéndolas al riesgo de sanción, en un de manera arbitraria, desleal e ilegal, ejerciendo su derecho al libre comercio a través de contratos con el país ubicado en Sudamérica.
El comunicado dijo que Estados Unidos pretende, a través de esta ley «arbitraria», volver a interferir en los asuntos internos del país y busca «vaciar al gobierno venezolano», y agregó que Washington está cerrando «cualquier vía posible para el diálogo y las relaciones constructivas». entre los dos países», demostrando una vez más su deseo de impedir el desarrollo de Venezuela.
“Ante la amenaza de Monroe y los herederos de la construcción bélica, Venezuela seguirá nutriendo y defendiendo el legado del libertador Simón Bolívar, trazando su propio rumbo de estabilidad política y social, recuperación económica y diplomacia de paz, por un mundo libre. de la dominación, el colonialismo y el imperialismo”, concluye el comunicado.
El senador estadounidense Rick Scott, uno de los autores del proyecto de ley y enemigo jurado de Venezuela, se refirió a la aprobación de la legislación y subrayó que el documento sería un «gran paso» para «debilitar» al gobierno de Maduro.
El proyecto aún no ha recibido la luz verde de la Cámara de Representantes de EE.UU. Veremos si la mayoría democrática en el Consejo logra o no impedirlo, como era de esperar, las dos fuerzas políticas se encontrarán totalmente alineadas con Venezuela y Cuba.
Andrea Puccio – www.occhisulmondo.info