Los rossoneri apuntan a recuperar el 3-0 cosechado en Londres: el partido con la Juventus ofreció distintos indicadores, Pioli tiene listo un plan anti-Blues
El disco, como todo vinilo que se precie, tiene dos caras. El primero es el de siempre, molesto y confuso, que nos habla de la distancia astronómica entre el fútbol italiano e inglés. En consecuencia, no es de extrañar que la Masacre Azul de Stamford Bridge. El otro lado lo marca Stefano Pioli, que lleva un tiempo repitiendo: «Si jugamos como sabemos, o a nuestro nivel, la Liga y la Champions no marcarán la diferencia. Podemos ganar de la misma manera cualquiera». camino.» Nuestro nivel. previamente. En Londres, Milán era mucho menos que eso. Con la Juventus cómodamente en lo más alto. En comparación con la Liga de Campeones del año pasado, hay dos diferencias profundas entre el Diablo. La primera es que se ha incrementado el conocimiento colectivo del concurso, justo cuando el Registro de las Rosas cumple un año más. La segunda es que en los tres primeros partidos, los rossoneri ya han sumado los mismos puntos con los que cerraron el conjunto 2021-22. Hace un año el diablo estaba en juego. cita cero. Tres salidas y tres derrotas. Es por eso que el partido de mañana se vuelve crucial, como lo es entender no solo cómo detener al Chelsea, sino también cómo dañarlo. Tratemos de resumir cinco razones.