El último minero reportado como desaparecido después de la explosión en la mina de carbón Amasra en el noroeste de Turquía fue encontrado muerto esta mañana. Así lo anunció el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien llegó al lugar de la tragedia, y explicó que el número de muertos por la explosión «ha ascendido a 41 víctimas». Así terminaron las operaciones de rescate que se prolongaron durante más de 20 horas tras la explosión ocurrida anoche.
“Realmente estamos frente a un panorama triste”, dijo el ministro, quien acudió al lugar acompañado del ministro de Energía, Fatih Donmez. «Según información preliminar, la explosión fue provocada por Grisou (una mezcla gaseosa que consiste en metano u otros hidrocarburos que se forman espontáneamente en las minas de carbón y entran en contacto con el aire en el que se encienden y explotan)”, explicó Donmes.
Los equipos de rescate intentaron rescatar a decenas de trabajadores atrapados en los túneles el viernes por la noche. Equipos de rescate y médicos, así como familiares de los mineros atrapados, muchos de ellos con lágrimas en los ojos, aparecieron en las primeras imágenes difundidas por medios turcos desde la entrada a la mina. La agencia estatal de gestión de desastres de Turquía informó inicialmente en Twitter que la causa de la explosión fue un transformador defectuoso, pero luego se retractó de la declaración.
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