El gobierno de Estados Unidos sigue calificando a Venezuela, sorprendentemente, como una “amenaza a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos”. Con esta declaración, que proponemos siga su traducción al italiano, el gobierno de Caracas expresa su oposición y condena los reiterados intentos de Washington de desestabilizar la Revolución Bolivariana.
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La República Bolivariana de Venezuela rechaza la reciente prórroga de la Orden Ejecutiva 13962 del 8 de marzo de 2015, descrita en la Declaración de la Casa Blanca del 3 de marzo de 2022, y firmada por el Presidente de los Estados Unidos de América, mediante la cual el Gobierno de los Estados Unidos Estados Unidos de América insiste en señalar a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos.
El gobierno de Venezuela rechaza esta afirmación, que carece de base real o prueba de cualquier tipo, que solo le ha servido al gobierno de los EE.UU. para realizar un bloqueo ordenado contra Venezuela en todos los ámbitos, que es un acto arbitrario, arbitrario, unilateral, coercitivo, criminal. bloqueo. Es inhumano y viola el sistema legal y los principios que rigen las relaciones internacionales entre estados soberanos, libres e independientes.
Luego de siete años de utilizar esta herramienta para cometer múltiples violaciones al derecho internacional por parte del gobierno de Estados Unidos y sus aliados, el pueblo de Venezuela reafirma su espíritu de lucha y resistencia, y sus firmes e inquebrantables convicciones de defender su soberanía por la vía pacífica. Y métodos diplomáticos, que de ninguna manera pueden llamarse una amenaza para otra nación.
La República Bolivariana de Venezuela reafirma el espíritu de su valiente pueblo que, en su tradición histórica como cuna de la libertad en América, enarbola las banderas de la paz, la solidaridad y la cooperación. Venezuela renueva su posición a favor del restablecimiento y restablecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros dos países, sobre la base del reconocimiento mutuo como Estados soberanos y Gobiernos legítimos, ya través del diálogo franco y constructivo.