Los problemas de Nicolás Maduro en Venezuela no han disminuido. También hay ambiente en muchos rincones del país sudamericano y para agilizar la correcta gestión de los residuos, llegan policías de basura. En la occidental provincia venezolana de Tacira, se ha establecido la Policía Ambiental: como lo expresó la Agencia de Prensa Francesa, primero hay que persuadir a los ciudadanos de la buena suerte, y luego recurrir a sanciones y tirar los desechos en contenedores. Para recogida separada.
La Sheriff’s Star, rodeada de flechas verdes en el pecho, está en servicio desde el pasado mes de noviembre para promover el reciclaje, un proyecto pionero con un primer hub de siete agentes. «Es un nuevo desafío», dijo a la AFP Jairo Ramírez. Policía de 48 años. Su función es enseñar a los conciudadanos esta nueva cultura: la recogida selectiva y el reciclaje de residuos no forma parte del vocabulario diario de Venezuela, mientras que la nación debe acelerarse en este frente. La gestión virtual de residuos en Venezuela apenas comienza: algunos puntos de la Escuela de reciclaje están dando nueva vida a los materiales desechados, restaurando las materias primas y sensibilizando a las personas para lograr los objetivos de sostenibilidad ambiental. El proyecto fue impulsado por las autoridades en colaboración con Andes Plast Recicla, empresa privada que fabrica bolsas plásticas.
Es un proyecto a largo plazo destinado principalmente a educar a las personas sobre la recolección y clasificación rutinarias de desechos y la eliminación adecuada de materiales reciclables. Se instalaron contenedores especiales alrededor de la ciudad para recolecciones individuales y, a fines de noviembre, hombres uniformados comenzaron a patrullar la ciudad de San Cristóbal en busca de educación y empoderamiento. «¡Al principio, la gente nos pidió que fuéramos la policía del parque!» Comienza en San Cristóbal, pero se extenderá a todo el estado. «Simplemente llegó a nuestro conocimiento entonces. Hay gente irresponsable que tira todo a la calle sin preocuparse de que pueda o no ser perjudicial para su salud ”, dijo Alberto Quintero, de 62 años, de San Cristóbal.
El reciclaje interfiere en la parte inferior y superior de la cadena de suministro escolar: regula la policía ambiental e instala contenedores para diferentes residuos, pero también tiene plantas de tratamiento de residuos. Se especializa en plásticos y quiere lanzar canales que reciclen todos los materiales. Ronnie Sacon es el líder del proyecto: cree que se necesitarán muchos años para desarrollar buenos hábitos, pero también será bueno para el medio ambiente y la comunidad y creará riqueza y nuevos puestos de trabajo.