Dicen «no se dice». Pero hay que decirlo. Hay quienes la llaman «epidemia paralela». Algunos, hace algún tiempo, lo llamaron la próxima gran crisis de salud que luego hundiría al mundo. enfermedad del coronavirus. Pero esta nueva crisis que ha madurado silenciosamente durante la epidemia y en meses cierre completo tiene un nombre: crisis de salud mentalCrisis de salud mental. Y son (y serán) principalmente niños y jóvenes los que lo pagarán, pero los adultos tampoco son una excepción. Para resaltar esta crisis a menudo olvidada durante las evaluaciones de impacto del encierro (incluidas las de escuelas, universidades y el uso del aprendizaje a distancia) está el virólogo Guido Silvestrique en mucho tiempo ruta Explica en Twitter: “En 2022 será necesario evitar medidas de ‘separación física forzada’ contra niños y jóvenes como el cierre de escuelas o universidades. Me sorprende lo poco que se habla ”.peor de los casossobre el destructor crisis de salud mental Los que nuestros pediatras ven desde hace meses. Me parece científicamente absurdo, socialmente miope y moralmente irresponsable el hecho de que esta crisis sea casi ignorada, solo porque sus daños -a diferencia de los del virus- no son explotables desde el punto de vista mediático y un poco de miedo del político. Y el virólogo pide un deseo, que es más de una súplica y un llamado a los ojos de los compañeros y expertos “más expuestos”, instándolos a realizar valoraciones teniendo en cuenta esta crisis de salud mental.
“En 2022 dejamos de hablar de ‘el daño causado por Covid’ en términos de cualquier otra consideración social y de salud, como si la epidemia fuera el único problema, porque no lo es -como continúa el profesor Silvestri-. Si en 2022 podemos hablar sobre Covid y cómo Superarlo con una visión de 360 grados, 2022 será el año de un gran avance en el enfoque científico: vacunas para todos (por ejemplo, con terceras dosis y niños), uso masivo de antivirales (Baxlovid, etc.) en personas con alto riesgo de contraer Covid. En este sentido espero ser escuchado en mi tierra lejos de “los que cuentan” (algunos lo hacen, y eso me enorgullece pero sobre todo mucha responsabilidad) – comenta – les deseo a los italianos un 2022 lleno de ciencia y un mucha “normalidad”, sobre todo para nuestros hijos ». En resumen, si realmente quiere salir de la epidemia, el enfoque debe ser multidisciplinario y no solo un metro del número de casos. Sobre todo, será necesario empezar a implementar las medidas necesarias para hacer frente a una crisis que hasta ahora ha sido ignorada y estigmatizada. Una crisis ya está aquí, y no sirve de nada ocultarla: hay que cuidar la salud mental de todos, especialmente de los más jóvenes. para su futuro.