El estómago es el punto de apoyo de nuestro cuerpo, y es en este nivel donde tienen lugar muchas de nuestras funciones importantes; Especialmente en el estómago, los alimentos que ingerimos sufrirán un proceso de transformación (esto es posible gracias a la presencia de enzimas digestivas y a las contracciones periódicas que acompañan al propio estómago), y este es uno de los pasos imprescindibles para absorber las propiedades nutricionales de comida. la comida que comemos. El estómago también está formado por membranas mucosas que secretan moco y bicarbonato, que son factores que contribuyen a proteger al estómago del contenido ácido nocivo que contiene. Por lo tanto, asegurar la función gástrica adecuada es esencial para asegurar el funcionamiento adecuado de las actividades gastrointestinales y permitir que las células gástricas lleven a cabo los mecanismos de defensa adecuados cuando sea necesario. Un estómago débil es en realidad una causa de una serie de enfermedades como el reflujo o las úlceras.
Debido a los síntomas desagradables como pesadez, flatulencia, tensión de estómago, dolor, mal aliento, exceso de gases, náuseas, eructos, estreñimiento, diarrea, fatiga e irritabilidad, estas enfermedades tienen un impacto significativo en nuestra salud física y mental. . En estos casos, elegir una dieta equilibrada es el primer paso fundamental para proteger la salud del estómago; Aunque los efectos de los diferentes alimentos varían de una persona a otra, en función de muchos factores y sensibilidades personales, generalmente existen algunas medidas efectivas para ayudar a garantizar una buena salud del estómago y restablecer el equilibrio interno deficiente. Muchos de los alimentos y bebidas que ingerimos son causados por un pH alto o pueden relajar el corazón (una válvula que evita que el ácido suba al esófago) y pueden provocar o exacerbar trastornos como hiperacidez, gastritis y reflujo.
Además de evitar el consumo de grandes cantidades de alimentos rápidamente, no se recomienda ingerir alimentos que puedan irritar la mucosa gástrica, con el fin de mantener su integridad estructural y funcional, y la presencia de mecanismos de defensa listos para proteger las paredes del estómago. estómago cuando sea necesario. La lista de alimentos a evitar incluye:
- frutas cítricas (naranjas, limones y similares);
- zumos de frutas envasados y mermeladas que contienen sustancias ácidas nocivas en caso de irritación del estómago;
- alimentos salados, aceitosos o ahumados;
- Vinagre, tomate y pimiento.
- Refrescos, alcohol, chocolate y café. té de menta
- Alimentos picantes o picantes.
- alimentos fritos o con alto contenido de grasa que ralentizan la digestión, incluidos los productos lácteos y las salchichas;
- Alimentos crudos o poco cocidos.
Alimentos perfectos para el estómago
Por otro lado, se prefieren los alimentos ligeros con bajo contenido en grasas, bien cocidos y ligeramente condimentados, que ayudan a la digestión y no dañan las paredes del estómago.
Los alimentos ideales incluyen:
- Carnes blancas cocidas y pescados magros, preferiblemente a la plancha, hervidos o hervidos
- Queso sin fermentar, bajo en grasa
- Leche desnatada o semidesnatada
- Alcachofas, repollo, espárragos y espinacas
- Hinojo, frijoles, zanahorias, patatas, plátanos, manzanas
Para facilitar la digestión, en cada comida se recomienda elegir una fuente de carbohidratos (por ejemplo, pan, pasta o arroz) y una fuente de proteínas (carne, huevos, pescado, queso o legumbres).