La comunidad tricolor quedó aterrada por las detenciones. «Ayuda, tenemos miedo»



La situación de la comunidad italiana en Venezuela se ha vuelto cada vez más tensa y preocupante. Alrededor de 1,5 millones de personas han estado en el punto de mira del régimen chavista de Nicolás Maduro durante más de una semana.

“Ayúdennos, tenemos miedo” son los mensajes más comunes que recibe Andrea Di Giuseppe, el diputado de Fratelli d’Italia que sigue de cerca la compleja historia que siguió a las elecciones presidenciales en Venezuela. «Si no hay una postura muy dura por parte de la comunidad internacional, me temo que a Maduro le resultará muy difícil abandonar el poder, incluso si, a diferencia de la última vez, muchas regiones se distancian del presidente», explica el parlamentario electo en el extranjero en Circunscripción de América del Norte y Central. En este contexto, las detenciones de italianos están a la orden del día. Rita Capritai fue detenida el pasado 1 de agosto, pero la verdad no fue revelada por su hijo Carlos Antonio hasta hace unos días por temor a las repercusiones a las que pudiera verse expuesto el resto de su familia. “Están llegando llamadas para informar que algunos de nuestros ciudadanos están desaparecidos en estos momentos y no hay noticias sobre ellos”, revela Di Giuseppe, quien afirma que algunos italianos venezolanos pueden haber sido arrestados o estar escondidos en algún lugar para escapar de las redadas policiales. Hay algunas personas mayores que han expresado en las redes sociales sus opiniones a favor del opositor de Maduro y están tratando de llegar a los consulados en busca de protección. «Hay puntos de control en todas partes donde la policía detiene a los sospechosos para comprobar sus teléfonos», revela Di Giuseppe. Y añade: «Si los agentes descubren que alguien hizo llamadas telefónicas al extranjero o que durante la campaña electoral escribió mensajes a favor de la oposición en las redes sociales, será arrestado inmediatamente». La búsqueda de disidentes continúa y, como lo demuestra el caso del diputado Williams Dávila, miembro del liberal internacionalista Instituto Milton Friedman, la policía vigilará cada entrevista o declaración publicada en los medios italianos. “Están comprobando y buscando fotografías y nombres de disidentes”, nos dicen, mientras corre el rumor (aún no confirmado oficialmente) de que otros cuatro italianos han sido detenidos. Mientras tanto, el régimen ha cerrado algunos sitios, incluido X, el sitio de medios sociales de Elon Musk, y esto genera una preocupación aún mayor para la comunidad italiana que teme el control sobre sus teléfonos móviles. Muchos intentan encontrar refugio en los consulados viajando con teléfonos desechables. «Estamos tratando de enviar a nuestros consulados y embajadas a la mayor cantidad posible de personas en busca de asilo porque en este momento es imposible salir del país y la única estrategia es rescatar a la mayor cantidad posible», dice Di Giuseppe, que se encuentra en estrecho contacto con el cónsul italiano.

«Debemos presionar al consulado para que se salte los distintos trámites burocráticos porque estamos en un momento verdaderamente crítico», concluye el diputado Fratelli D’Italia, que recientemente trabajó para sustituir al cónsul implicado en el escándalo de la venta de nacionalidades falsas.

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