Otro gol (el tercero del delantero) fue anulado mediante el VAR, pero el equipo de Tedesco volvió a estar en la lucha por los octavos de final, en un grupo de 3 equipos.
Esta es la verdadera Bélgica. Potente, rápida y con mucha calidad. Desperdició mucho, pero al final consiguió tres puntos claves. Tras una sorprendente derrota en su debut ante Eslovaquia, Lukaku y sus compañeros vencieron a Rumanía por 2-0 (goles de Tielemans y De Bruyne) y barajaron las cartas en el Grupo E: todos los equipos tienen 3 puntos en la clasificación, y en la última jornada podría terminar en la cima… o en el último lugar.
control belga
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En comparación con el partido contra Eslovaquia, la selección nacional, dirigida por Domenico Tedesco, parece renovada. Onana brilla delante de la defensa, De Bruyne se reinventa como director de orquesta, mientras que Lukebakio y Doku (especialmente Doku, que es tan inspirador) envenenan a los laterales rivales con traiciones. ¿Y Lukaku? Big Rom se queda al frente haciendo el pase, siempre listo para recibir de espaldas a la portería y dar asistencias al compañero más cercano. La lección fue instructiva en apenas 75 segundos: un balón rizado de Doku, un balón para Romelu que detiene y protege y un disparo para Tielemans: un disparo desde la frontal del centrocampista que acabó en el fondo de la red. Por un momento pareció que Rumanía podía competir, porque en el minuto cuatro Dragosin asustó a Castiles con un astuto cabezazo. Al menos en la primera mitad, el episodio resulta más singular que raro. En el minuto 13, Lukaku tardó en convertir y bloqueó un posible disparo de 2-0, y luego Bélgica también falló con Doku y Lobacchio. El lateral sevillista también recibió su segunda tarjeta amarilla en dos partidos, lo que le obligará a perderse el encuentro contra Ucrania. Al cabo de 45 minutos, Rumanía regresa al vestuario asfixiada por la presión alta de los belgas.
Recuperación
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El partido estuvo más equilibrado en la segunda mitad, con Stanciu y sus compañeros intentando penetrar principalmente por rutas centrales. Mann y Mihila, extremos que regresaban del ascenso a la Serie A con el Parma, crearon dos buenas ocasiones. Bélgica volvió al partido con De Bruyne (disparo desviado), Doku y Lukaku, que marcó el segundo gol, alegres y… terminando el partido con una sonrisa amarga. Después de que le anularan los dos goles a Eslovaquia, aquí hay otro chiste tras el control en la sala del VAR: fuera de juego. Bélgica dominó pero no cerró el marcador, mientras que Rumanía dominó el campo y, por momentos, dio la impresión de que era capaz de darle la vuelta al marcador en el mejor de los casos. Ningún problema. Tras otro intento de Lukaku (parada), en el minuto 80, el capitán De Bruyne carga al equipo sobre sus hombros: el centrocampista del City entra detrás de los defensores rivales tras ser despedido del portero de su equipo, y concluye cara a cara con Neita en la final. 2. -0. Bélgica ha vuelto a su nivel, pero ahora no debe perder la cabeza. En el quinto set, a estas alturas, realmente puede pasar cualquier cosa.
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