Sus causas, tratamientos y cómo prevenirlo

La noticia de que la princesa Catalina de Gales padecía cáncer tras someterse a una importante cirugía abdominal tomó a todos por sorpresa: Kate, de 42 años, parecía la viva imagen de la salud: una mujer dinámica, infatigable, atlética, esbelta y siempre en forma. Pero los médicos que estudian y luchan contra las enfermedades gastrointestinales están preocupados. El número de casos de cáncer que afectan a adultos menores de 50 años está aumentando en todo el mundo sin que aún se haya descubierto ninguna causa. Se denominan tumores de aparición precoz porque antes se descubrían casi exclusivamente entre personas mayores, mientras que hoy aparecen ya después de los treinta años, con síntomas que a menudo se confunden con otras enfermedades, retrasando el inicio del tratamiento. Una investigación publicada en Nature también reveló que el número de muertes por cáncer temprano aumentó aproximadamente un 28% entre 1990 y 2019 en todo el mundo, y volverá a crecer un 30% para 2030. En Estados Unidos, el cáncer colorrectal, una enfermedad que se propaga típicamente en los hombres Diagnosticado a los 60 años, el cáncer se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer entre hombres menores de 50 años. En las mujeres jóvenes, se ha convertido en la segunda causa de muerte por cáncer.

Los científicos que estudian este fenómeno no saben cómo explicarlo. Es probable que también se encuentren entre las causas el aumento de las tasas de obesidad y el consumo de alcohol y comida rápida, pero no todos los casos cumplen estos criterios. También se buscan respuestas en el microbioma intestinal, cuya función puede haber sido dañada por el uso excesivo de antibióticos, factores ambientales o la dieta. Hay aproximadamente 50 billones de células bacterianas en el cuerpo humano, que pesan alrededor de dos onzas. En el tracto intestinal, las bacterias ayudan a digerir los alimentos, contribuyen a la salud inmunológica y pueden desempeñar un papel en el aumento de los casos de cáncer.

investigación

Algunos investigadores creen que se deberían realizar investigaciones sobre la vida y la salud de los niños nacidos hace medio siglo para entender si hay aspectos genéticos que también deberían tenerse en cuenta. «Si hubiera una prueba irrefutable, nuestros estudios habrían señalado al menos un factor», dijo a Nature Sonia Kupfer, gastroenteróloga de la Universidad de Chicago. Una combinación de diferentes factores”.

En muchos países, las muertes por cáncer están disminuyendo gracias a los avances médicos, una mayor prevención y la pérdida de malos hábitos como fumar. Pero si las muertes disminuyen, el número de casos de cáncer aumenta. Los cánceres tempranos representan sólo una pequeña fracción de los cánceres globales, pero su tasa de crecimiento es impresionante. A menudo afectan al sistema digestivo, especialmente al colon, recto, páncreas y estómago. Otros tipos de cáncer, como el de mama, el de útero y el de próstata, también están en aumento. En Estados Unidos, los casos de cáncer de endometrio han aumentado un 2 % por año desde mediados de la década de 1990 entre mujeres menores de 50 años, y el cáncer de mama temprano ha aumentado un 3,8 % por año desde 2016 y 2019.

Hipótesis

Las estadísticas estadounidenses destacan que el cáncer afecta más a las poblaciones indígenas e hispanas, lo que confirma un vínculo entre ellas y el acceso a alimentos y estilos de vida saludables. Pero incluso estos factores no parecen ser suficientes para explicar el panorama completo: «Muchos han planteado la hipótesis de que factores como la obesidad y el consumo de alcohol podrían explicar este fenómeno, pero es necesario un análisis más profundo de los datos», afirma Daniel Huang, hepatólogo de la la Universidad Nacional de Singapur.

Tristes acontecimientos que involucran a celebridades, como la muerte del actor Chadwick Boseman por cáncer de colon en 2020, han contribuido a sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de mayores controles. La Sociedad Estadounidense del Cáncer ha aconsejado a las personas que se realicen pruebas de detección del cáncer colorrectal a partir de los 45 años, en lugar de hacerlo más adelante en la vida, como se hacía antes. Los jóvenes deben someterse a exámenes periódicos incluso si no sienten ningún síntoma, y ​​el Estado debe ayudarlos con campañas y ayudas adecuadas.

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