por Paolo Girotti
También en esta ocasión, como en otras ocasiones, tiene cabida la tecnología desarrollada en la sede de Leonardo en Nerviano en la última misión de la Agencia Espacial Europea que arrancó el sábado con el lanzamiento de la misión Euclid desde Cabo Cañaveral, Florida. . A bordo del SpaceX Falcon 9, de hecho, se encuentra el satélite que en aproximadamente un mes alcanzará una distancia media de 1,5 millones de kilómetros fuera de la órbita terrestre, donde permanecerá durante unos seis años: Euclid estudiará la expansión y evolución del universo. , para comprender cómo se ha formado su estructura en la historia cósmica y los datos recopilados, permitirán a los científicos inferir las propiedades de la energía y la materia oscura, que juntas contribuyen al 95% del universo, y la gravedad, explicando mejor su naturaleza. Por esta razón, el satélite también está equipado con un telescopio con el que mapea un tercio del cielo fuera de la galaxia, fuera de la Vía Láctea, observando miles de millones de galaxias a diez mil millones de años luz de distancia, con mucha precisión. Imágenes en luz óptica e infrarroja cercana. ¿Cómo se desarrolla la posición de Leonardo en Nerviano, que siempre ha sido un centro de excelencia para las actividades del sector aeroespacial? El yacimiento de Nerviano contribuye a esta importante misión científica de diferentes maneras: aquí y en Campi Bisenzio, por ejemplo, se han creado los micropropulsores de gas frío que permitirán a la Agencia Espacial Europea (ESA) controlar la orientación de la sonda en el espacio con un corrección de orientación para observaciones a nanoescala. En Nerviano, pues, van tomando forma los paneles fotovoltaicos que garantizan el suministro eléctrico de los sistemas de satélite: tres paneles, para 3000 células, montados sobre el escudo térmico y capaces de soportar hasta +160 grados, para conducir la energía y proteger el telescopio. del calor