El Encuentro de Jóvenes Orionistas de la Juventud Venezolana se realizó en Barquisimeto, en la Diócesis de Nuestra Señora de Guadalupe, con el apoyo de las organizaciones benéficas orioninas presentes en esta ciudad: Hogar de Niños Impedidos (HONIM) y Piccolo Cottolengo. Participaron cerca de 200 jóvenes de Barquisimeto y el Grupo Coral Orionino.
En el décimo y undécimo día, se invita a los jóvenes a reflexionar sobre la “santidad”, mostrándoles que la santidad no es un asunto de personas “especiales”, sino que todos estamos llamados a ser santos, incluidos los jóvenes. “Para tratar este asunto – informa el padre José Antonio Ruiz – nos hemos servido de algunas cartas de don Orión y, sobre todo, de la experiencia del joven Luigi Orión, que desde niño deseaba ser santo”. «Recuperando el camino de Don Orión hacia la santidad, hemos visto que durante este camino aparecen una serie de figuras clave en su vida: Mamá Carolina, San Juan Bosco, San Pío X… y algunas de las experiencias que marcaron su vida: amor a Jesús, a la Virgen, a la Iglesia y al Papa, Y de nuevo por las almas, confían en la providencia y se regocijan profundamente… »
El domingo 12 de marzo, los jóvenes experimentaron el poder de la caridad al visitar el Hogar de Niños Minusválidos y el Piccolo Cottolengo. “Acompañad a nuestras “perlas” en la Eucaristía y compartid con ellas momentos de cercanía y servicio. Esta experiencia tocó profundamente el corazón de los jóvenes » informa el p. Ruiz, quien agrega: “El propósito de esta reunión no fue aumentar la admiración por Don Orión, ni mostrar lo maravilloso que es Don Orión; Pero, a partir de su experiencia, poder ofrecer a los jóvenes, dentro del don de los donantes, herramientas para ser felices al estilo de las bienaventuranzas, para ser santos».
«El ejemplo de Don Orión fue vigorizante y motivador y llevó a los jóvenes a preguntarse: ‘Si Don Orión es capaz, yo también puedo, con la ayuda de Dios’. Fueron días de gracia para todos los que vivimos».el Los jóvenes son el presente de la Iglesia, la hora de Dios«Como dijo el Papa Francisco, también hemos experimentado el poder y la importancia de nuestro carisma, que puede y debe acompañar a los jóvenes en su camino hacia la santidad. ¡Ave María y adelante!»