El café puede ser un valioso aliado en la lucha contra la diabetes tipo 2. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Nutrition, beber 3-4 tazas de café al día se asocia con aproximadamente un 25% menos de riesgo de desarrollar esta enfermedad en comparación con bebiendo café. Los que consumen menos o no consumen nada.
Los investigadores examinaron a más de 6.000 adultos que no padecían diabetes al inicio del estudio y los siguieron durante 12 años, controlando su consumo de café y la posibilidad de desarrollar la enfermedad. Descubrieron que quienes bebían de 3 a 4 tazas de café al día tenían un riesgo reducido de desarrollar la enfermedad.
El café contiene una rica mezcla de compuestos bioactivos, como los polifenoles, que son capaces de influir positivamente en el metabolismo de la glucosa y los procesos de oxidación del organismo, combatiendo la aparición de la diabetes. Las autoridades europeas consideran segura y beneficiosa una cantidad diaria de 3 a 4 tazas, equivalente a unos 400 mg de cafeína.
Italia tiene 3,9 millones de diabéticos, lo que equivale al 6,6% de la población, con un aumento de más de 400.000 casos sólo en los últimos tres años. Este aumento se debe al envejecimiento de la población, a la tendencia a infradiagnosticar la diabetes y a los efectos de la epidemia, que ha provocado aumento de peso y disminución de la actividad física.
Numerosos estudios confirman el papel preventivo del café contra la diabetes. El Instituto de Información Científica sobre el Café, Isic, reporta mayores beneficios para las mujeres al igual que la versión descafeinada. El café también puede aportar antioxidantes a la dieta, reduciendo el estrés oxidativo implicado en la aparición de enfermedades.
Sin embargo, los expertos recomiendan no exceder las cantidades. El café puede tener efectos secundarios si se toma en dosis muy altas, y el efecto antidiabético sólo se encuentra con un consumo moderado, equivalente a 3-4 tazas al día. Sin embargo, para prevenir y controlar mejor esta enfermedad, es importante seguir un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y actividad física constante. El café puede ser un valioso complemento para acompañar los tratamientos médicos.