MONACO – El glamour del Principado volvió a brillar con intensidad en la Monaco Classic Week, un evento que no solo concentra la atención en las regatas de veleros centenarios y yates de época, sino también en la creatividad culinaria. En paralelo a las competencias náuticas, se desarrolló en el Yacht Club de Mónaco el esperado Chefs Competition, un certamen gastronómico que reunió a las tripulaciones registradas para demostrar su talento en la cocina.
Una canasta de ingredientes con identidad
Los organizadores entregaron a los participantes una canasta de productos comunes pero con alto potencial gastronómico, acompañada de una botella de Moët & Chandon Impérial Brut. El reto consistió en transformar tres ingredientes temáticos –sardinas, higos y avellanas del Piamonte– en platos para compartir, combinando tradición y creatividad.
Los chefs trabajaron en las cocinas de sus propias embarcaciones y, en algunos casos, incluso cocinaron durante el desarrollo de las regatas, lo que otorgó al concurso un aire de autenticidad y cercanía con la vida a bordo.
Creatividad y sencillez en los ganadores
El primer lugar fue para Carlos Ferrari, chef del restaurante Oriole, quien sorprendió al jurado con su propuesta. “It’s truly incredible to receive this award. I think we were recognised because we presented the sardine in a unique way, marinated. None of the other contestants had done that,” afirmó Ferrari, visiblemente emocionado tras recibir el premio.
El cocinero destacó además la participación de Susanna, de tan solo 10 años, quien se encargó del postre. “For dessert, that was prepared by Susanna, only 10 years old, we did a classic Spanish dish, arroz con leche. I believe it was the simplicity that really won them over.”
La segunda posición fue ocupada por la española Iolanda Valcarcel Rivero, quien resaltó la complejidad inicial del reto. “When I received the ingredients, I wondered how I could possibly combine fish and meat,” confesó.
Más adelante, agregó: “The real challenge lies in imagining and deciding what you want to create, but once you begin, everything starts to come together naturally. The atmosphere here is vibrant, not just among us chefs, but also among the crews. I’m really enjoying myself, and it’s also a valuable moment to share ideas with fellow chefs after a demanding season.”
Exigencia y tradición en el jurado
El reglamento exigía a las tripulaciones preparar un plato principal y un postre, con ingredientes adicionales como pimientos, ricotta, vainilla, lima, miel y arroz. Las creaciones fueron presentadas en el Quai Louis II, donde un panel de jueces de prestigio evaluó no solo la técnica culinaria, sino también la capacidad de los chefs para reflejar el espíritu marinero y cosmopolita del evento.
La presidencia del jurado recayó en Tom Meyer, Meilleur Ouvrier de France y chef ejecutivo de La Chèvre d’Or en Èze, bajo la supervisión de Philippe Joannès (MOF 2000) y Simon Ganache, chef de eventos del Yacht Club de Mónaco. Entre los miembros invitados estuvo la modelo y presentadora Adriana Karembeu, quien subrayó la importancia del sabor por encima de la apariencia: “It’s a privilege for me to be at Monaco Classic Week and to be part of this jury. There’s so much work behind the preparation of a single dish. For me, flavour is the key factor in choosing the winner, visual presentation comes only second.”
Un evento de alcance internacional
El concurso culinario se consolidó como uno de los momentos más destacados de la Classic Week, que este año reunió a 150 yates clásicos y modernos, accesibles al público en los muelles. Además de las regatas, el programa incluyó exposiciones, encuentros y el tradicional Concurso de Elegancia, que refuerza la imagen de Mónaco como centro mundial de la cultura marítima.
Desde su creación en 1994, la Monaco Classic Week ha sabido integrar deporte, patrimonio y estilo de vida, extendiendo ese espíritu al terreno gastronómico. La creatividad mostrada por las tripulaciones confirma que la celebración de la vela clásica no se limita al mar, sino que también encuentra un espacio privilegiado en la mesa.
Conclusión
La edición 2025 del Chefs Competition reafirma la capacidad de Mónaco para combinar lujo, tradición y vanguardia en un solo escenario. En un contexto donde los grandes eventos buscan diferenciarse, la fusión entre vela y gastronomía convierte a la Classic Week en un modelo de cómo el deporte puede dialogar con la cultura y la alta cocina, generando valor no solo para el turismo, sino también para la proyección internacional del Principado.