En los últimos años, el mundo fue testigo de la situación extremadamente negativa que vivía el país, entre una polémica política muy difícil y una crisis financiera sin precedentes con migraciones masivas a otros países de la región. El número de pobres ha aumentado dramáticamente, explica la vicepresidenta para América Latina e Italia de la organización sin fines de lucro, Assunta de Pino, exigiendo que los medios continúen comprometiéndose con Venezuela y narrando una experiencia de sufrimiento pero también de extraordinaria solidaridad.
Fausta Speranza – Ciudad del Vaticano
En Venezuela, oficialmente la República Bolivariana de VenezuelaY el Miramos la Navidad con la carga de espiritualidad y fe que caracteriza al pueblo venezolano, pero también con el peso social en los años tan difíciles por la crisis económica y política. El jefe de Estado es Nicolás Maduro desde 2013. En 2019 comenzó una etapa difícil en la que el presidente Juan Guaidó fue desafiado y las protestas y tensiones se multiplicaron en el país.
Una plataforma para el diálogo social
Luego de varios vaivenes y repercusiones también a nivel de relaciones internacionales, representantes del gobierno y la oposición en la Ciudad de México firmaron el mes pasado un acuerdo para tratar el estado de emergencia desde el punto de vista humanitario en el país. Se organizó una mesa social con tres representantes de ambos lados. También entre los puntos en discusión se encuentran $3 mil millones en fondos estatales venezolanos que han sido congelados debido a las sanciones financieras de Estados Unidos. Los fondos serán supervisados por las Naciones Unidas y se utilizarán para abordar prioridades comunes que hasta ahora han incluido atención médica, alimentación infantil y rehabilitación de infraestructura básica en Venezuela. Las partes expresaron su compromiso renovado con la agenda inicial establecida en agosto de 2021. En su declaración conjunta de México, las partes acordaron continuar las negociaciones sobre los puntos restantes de la agenda, que incluyen los derechos políticos, el estado de derecho, la compensación a las víctimas, el levantamiento de sanciones económicas y condiciones electorales creíbles antes de las elecciones presidenciales de 2024. Esas conversaciones probablemente continuarán en Caracas, con México sirviendo como plataforma para anunciar los acuerdos finales. Este es el quinto intento de diálogo mediado internacionalmente en Venezuela en los últimos ocho años, luego del fracaso de intentos anteriores.
Una situación de emergencia que aún no ha sido superada
Ya no hay escasez de alimentos y medicamentos básicos, pero los precios son demasiado altos para la mayoría de la población. Venezuela está en problemas aunque no hablemos de eso, explica Assunta de PinoVicepresidente de la Sociedad Latinoamericana e Italiana (ALI):
Después del período de gran atención de los medios y la ayuda que ha llegado de muchas partes del mundo -dice de Pino- Venezuela hoy parece olvidada, como si los problemas sociales y políticos se hubieran superado y como si la economía estuviera bien. El país, según De Pino, ha desaparecido de los medios, pero la Navidad que estamos por vivir muestra los mismos temores de la Nochebuena de los años entre 2017 y 2019, cuando menos se habló del desastre de Venezuela. Obtener atención internacional es esencial para que un país obtenga ayuda. Y la vicepresidenta de Ali admite que no entiende por qué no hay voluntad política a nivel nacional pero también a nivel internacional para cambiar las cosas, tal como sucede, dice, para otros países latinoamericanos en grandes dificultades.
Los pobres y la «dolarización»
Es difícil entender por qué, a pesar de su abundancia de recursos naturales, Venezuela sufre inestabilidad económica. Venezuela es un país en desarrollo con una economía que depende principalmente de la extracción, refinación y comercialización de petróleo y otros recursos minerales. La agricultura ahora tiene poca importancia mientras que la industria tiene un desarrollo desigual en las últimas décadas. De Pino habla de lo que llama el proceso de «dolarización». Esto quiere decir que para hacer frente a la severa crisis económica se ha inyectado dólares en el círculo financiero, lo que ha llevado -aclarar- a muchas commodities actualmente disponibles que se pueden pagar en dólares o en euros, y están presentes a precios en dólares. y euros. En este sentido, muestra de Pino, el coste de la gasolina ha pasado de unos céntimos a precios prácticamente iguales a los de Europa, con salarios diferentes. En Venezuela hay acceso a alojamiento contratado a precios acordes al costo de vida en el país, pero de Pino dice que hay que esperar como dos días para poder llegar y eso genera grandes problemas para quienes trabajan. El vicepresidente de la asociación informó que la situación ha cambiado frente al escenario de desabastecimiento y sufrimiento de años pasados, pero dice que muy pocos logran comprar mercadería en los grandes y ultramodernos supermercados que se han extendido en el país y especialmente en Caracas. De Pino destaca la dificultad del contexto social en el que prácticamente ya no se utilizan los bolívares para los gastos sino que los sueldos fijos y las pensiones se pagan en bolívares. En efecto, recuerda, según estimaciones de la ONU, hay unos siete millones de venezolanos necesitados de asistencia humanitaria dentro del país, y la crisis ha hecho huir a otros siete millones en los últimos años. Señala que los ricos son pocos en el país y se han enriquecido cada vez más en los últimos años, mientras que los pobres se han multiplicado y la clase media ya no existe.
Explosión solidaria
Según Assunta de Pino, la capacidad del pueblo venezolano para comprometerse con generosidad es extraordinaria. Habla de «un pueblo de corazón cálido, de fuertes sentimientos» y «de gran corazón, humanidad y un fuerte impulso espiritual que dio lo mejor de sí durante la crisis». De Pino confirma que las iniciativas solidarias se han multiplicado en el país: hasta la gente más sencilla echa una mano lo que puede en estructuras apoyadas, por ejemplo, en la organización sin fines de lucro América Latina e Italia. Muchos han buscado ayuda, dice, pero muchos han ofrecido y siguen ofreciendo ayuda.
La antigua tradición de la esperanza navideña
De Pino también destaca la espiritualidad con la que se vive la Navidad en Venezuela, que se siente en la participación en las citas litúrgicas pero también en el amor con que se conservan antiguas tradiciones, como aquella en la que los jóvenes patinan en grupos alrededor de la iglesia donde participarán en una novena o misa de Navidad. Una forma extraña de vivir en comunidad es también prepararse para los momentos de oración.