“Con ‘Tropicana’ fui número uno en las listas. Abrumado por el éxito, Hoy soy un artista callejero: la historia de Gigi Folino, ex Gruppo Italiano

De joven se sintió abrumado por el éxito y ahora sigue siendo un artista callejero. Se trata de Gigi Folino, el milanés de 64 años y guitarrista que en el verano de 1983 llevó a la banda italiana a lo más alto de las listas con su exitoso tema. Tropicana. Una canción que sonó en todas las radios, pero que realmente estaba luchando por llegar a los escenarios en ese momento. “Fue un éxito inesperado. Éramos muy jóvenes, yo tenía 24 años. Fue muy divertido, pero curiosamente no teníamos ningún concierto programado. Todas las radios estaban reproduciendo nuestra canción, pero nosotros no la estábamos reproduciendo, lo cual lamenté mucho. Por supuesto, presentamos programas de televisión, pero esos fueron años. empleo», dice hoy, décadas después. “Participamos en el Festival de San Remo al año siguiente. Nos presentamos con Los años rugen. No salió bien: la colocaron en medio de la mesa. En el festival había reinas como vecinas en el camerino. Un sueño”, añade en una entrevista con Corriere della Sera.

«Hubo desacuerdos internos… No éramos una banda real».

Un éxito lleno de altibajos, como ocurrió cuando Mara Maioneci se fijó en el grupo italiano y decidió producir el disco. Microfono, que no logró mucho éxito. Lo que detuvo el sueño del grupo, como cuenta Folino en una conversación con Giusi Taglia, fueron, como suele suceder, algunos «desacuerdos internos». “No sabíamos cómo manejar el éxito repentino e inesperado, pero en retrospectiva diría que probablemente no éramos una banda real”, revela sin ocultar el sabor amargo en la boca. A partir de ahí, todos los miembros tuvieron que encontrar una carrera profesional alternativa.

READ  22 amigos, una camarilla de llanto para despedirse. Promesa (sorpresa) Isobel: Eso es lo que ella dijo

Beneficios

“En aquel momento nuestros beneficios eran de entre 30 y 35 millones al año por miembro del grupo. Invertí en instrumentos musicales. Una vez que el grupo se disolvió tuve que inventar otras profesiones, desde 2006 descubrí la teoría del aprendizaje musical y ahora doy clases a niños de guardería. «Además, desde 2013 me he convertido en artista callejero, lo cual es bonito». Es una elección de la que está orgulloso porque es independiente en sus elecciones musicales. Los ingresos tampoco parecen ser malos: «En Milán, gano hasta 200 euros en pocas horas, y depende «de la zona. Luego están los turistas. Un americano, por ejemplo, me dejó 100 dólares. Si no hay sitio en Milán me mudo a Cremona y es una Plaza libre: aquí cuesta 40 euros las dos horas.»

Lea también:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top