La Fiscalía General de Venezuela anunció el 5 de octubre que había emitido una orden de arresto contra el líder opositor Juan Guaidó y solicitó la cooperación de Interpol para su arresto.
Así lo anunció el fiscal general Tariq William Saab.
Guaidó, quien se mudó a Estados Unidos, está acusado de traición, usurpación de cargo, lavado de dinero y conspiración criminal.
El fiscal afirmó que “Guaidó utilizó los recursos de la gigante petrolera estatal PDVSA, provocando pérdidas estimadas en aproximadamente diecinueve mil millones de dólares”, explicando que las acusaciones se basaron en “descubrimientos presentados a la prensa por un tribunal federal estadounidense”.
El gobierno ha abierto 27 casos contra Guaidó hasta el momento, pero esta es la primera vez que pide su arresto.
Guaido, expresidente de la Asamblea Nacional, se declaró «presidente interino» de Venezuela en enero de 2019 después de postularse para la reelección de Nicolás Maduro en 2018.
Guaidó había recibido el apoyo de decenas de países, incluido Estados Unidos, que anunció una serie de sanciones contra Caracas, incluido un embargo petrolero.
Sin embargo, Guaidó no pudo tomar el lugar de Maduro y perdió influencia con el tiempo, mientras líderes de izquierda más proclives al diálogo con el presidente venezolano asumieron cargos en otros países sudamericanos, incluida Colombia.
A finales de 2022, la oposición venezolana abandonó oficialmente el nombramiento de Guaidó como presidente interino.
Guaido dijo que las nuevas acusaciones en su contra son “meras mentiras destinadas a reprimir física y moralmente a la oposición venezolana”.
Y añadió: «El régimen ha vuelto al ataque utilizando una de sus armas favoritas, que es la denegación de justicia».
En los últimos años, Venezuela, rica en petróleo, ha caído en una grave crisis económica, con hiperinflación y escasez de alimentos, medicinas y otras necesidades básicas. El presidente Maduro atribuyó la crisis a las sanciones estadounidenses.