Orkney puede dejar el Reino Unido para convertirse en una región autónoma de Noruega. El presidente del Consejo de las islas costeras de Escocia, James Stockan, presentó una propuesta para explorar los «Enlaces del Norte», además de analizar las estructuras de gobierno en las dependencias de la Corona como Guernsey, Jersey y la Isla de Man. Orkney, 70 islas al norte de Escocia de las que solo 20 están habitadas, buscan una mayor autonomía que podría llegar a sustituir Londres por Oslo.
La propuesta independentista había sido aprobada en los últimos días por el ayuntamiento de Kirkwall, por lo que se decidió explorar «formas alternativas de gobierno». «Hemos sido parte del reino nórdico durante mucho más tiempo que en Gran Bretaña», señala Stockane. Orkney permaneció bajo control noruego y danés hasta 1472, cuando las islas fueron cedidas a Escocia como garantía de la dote de Margarita de Dinamarca por su matrimonio con el rey Jaime III.
Entre los motivos de la rebelión estaban los insuficientes subsidios que recibían de los gobiernos de Edimburgo y Londres. Incluidos los de renovación de la flota de ferries (30 años) que conecta el archipiélago con tierra firme. Líneas que son indispensables para la población pero que están operando con pérdidas debido al bajo tráfico de pasajeros. Orkney tiene una población de solo 21.300 habitantes y el turismo es inexistente. «Recibimos incluso menos financiación de calidad en las Shetland», se queja Stockan. Luego, el archipiélago frente a la costa norte de Escocia considerará cambiar el estatus legal dentro de Gran Bretaña para brindar más oportunidades económicas. Al igual que las Islas del Canal. También están los que trabajan para convertir a Orkney en una región autónoma como lo hicieron las Islas Feroe, en el Atlántico Norte, con Dinamarca.
No todos están de acuerdo en romper los lazos con el Reino Unido de forma permanente porque Shetland votó en 2020 para reunirlos con Noruega, pero nada ha cambiado. Holyrood y Westminster deben decidir sobre esta cuestión. Los parlamentos de Edimburgo y Londres no parecían preparados para conceder el divorcio a Orkney.
Esta es la tercera vez en 56 años que el archipiélago rebelde intenta separarse de Escocia. La primera vez fue en 1967, siempre centrándose en las raíces escandinavas comunes que comparte con Noruega. En 1986, el feroz movimiento de las Orcadas volvió a intentarlo. Sin embargo, no obtuve ningún resultado. Cuando Escocia obtuvo una mayor autonomía de Inglaterra en 1999 y el Parlamento se restableció en Edimburgo, siguió una crisis financiera en lugar del esperado gobierno autónomo de Orkney. Lo que condujo a la escalada de la ira nuevamente y la reanudación de la batalla por la libertad.