La mayor cantidad de agua que se evapora del Océano Ártico debido al calentamiento global termina en el sur, lo que provoca un aumento de las nevadas en el norte de Europa y Asia a fines del otoño y principios del invierno. Esto se produjo a través de un nuevo estudio realizado por la Universidad japonesa de Hokkaido, que volvió a analizar los datos meteorológicos en el mundo durante los últimos 55 años. Resultados archivados, publicado En la revista npj Climate and Atmospheric Science, permitirá predicciones estacionales más precisas de eventos climáticos extremos, ya que estas anomalías en la nieve son una llamada de atención para fenómenos como las olas de calor.
Parece paradójico que en las últimas décadas la capa de nieve haya aumentado en algunas regiones del norte de Eurasia. La nieve sigue siendo una forma de agua: el calentamiento global aumenta la cantidad de humedad en la atmósfera y, por lo tanto, la cantidad y probabilidad de precipitaciones y nieve. Comprender exactamente de dónde proviene la humedad y cómo se produce y transporta es fundamental para un pronóstico meteorológico más preciso y una mejor comprensión de cómo evoluciona el clima.
Los investigadores dirigidos por Tomonori Sato han desarrollado un nuevo modelo informático basado en datos globales de los últimos 55 años, que ha hecho posible rastrear el camino causado por la humedad en distancias mucho mayores que antes y, por lo tanto, comprender mejor el mecanismo subyacente.
Los resultados muestran que la evaporación del agua del Océano Ártico ha aumentado en las últimas cuatro décadas y que los mayores cambios se han producido en los mares al norte de Siberia. Los autores del estudio advierten que debido a que el Océano Ártico es doblemente sensible al aumento de las temperaturas globales, la evaporación y sus consecuencias para el norte de Eurasia serán más pronunciadas en los próximos años.
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