Se ha pospuesto la llegada al Consejo de Ministros del nuevo decreto legislativo en materia tributaria que incluía cambios en materia de IRPEF e IRES. Entre las novedades habrá una bonificación para el año 2024 en el decimotercer mes de no más de 100 euros a favor de los empleados cuyos ingresos totales no superen los 28 mil euros y que tengan al menos un hijo a cargo y un cónyuge. El problema es el encubrimiento, como mencionó el Ministro Giorgetti, el superbonus pesa como una piedra en las arcas del Estado. “Más allá de los efectos sobre la deuda neta, la revisión de los costos relacionados con el súper bono afectará las necesidades y las tendencias de la deuda según el perfil real de utilización de los beneficios. Se estima que la caída de los ingresos debido a la afluencia de créditos fiscales relacionados con los bonos de construcción utilizados como compensación afectará significativamente la dinámica de la deuda pública hasta 2026.
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Si la situación sigue así, para la próxima maniobra fiscal en 2025, habrá que disponer de 18.000 millones de euros sólo para confirmar las medidas ya lanzadas. ¿Pero cuánto nos costó el súper bono? Una cifra que, sumada al “bono de interfaz” y a las estimaciones de costes para todo 2023, asciende a 130.000 millones de euros. Según Eurostat, la relación entre déficit público y PIB de Italia (-7,4%) es la más alta de Europa. Para comprender la importancia de la superprima, basta mirar el ejemplo de Portugal, que comenzó hace diez años en una situación similar a la nuestra, pero hoy registró una caída en la relación entre déficit y PIB, entre las mejores del mundo. mundo. La Unión Europea. Esto también se debe a que en lugar de superbonificaciones, se ha optado por una política de incentivos. En Consejo de Ministros se debatió el proyecto de Ley de Inteligencia Artificial. Para desarrollar el sector y apoyar a las startups, el Estado, a través de Cassa Depositi e Prestiti, está dispuesto a invertir mil millones de euros.
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Pero en el proyecto, que consta de 26 artículos, el poder ejecutivo intenta dar seguimiento a posibles avances en el campo de la inteligencia artificial. Mientras tanto, la Agencia Italia Digital y la Agencia de Ciberseguridad se han convertido en autoridades nacionales de inteligencia artificial. Se ha puesto fin al uso de la inteligencia artificial en el ámbito judicial ya que sólo puede utilizarse para organizar y simplificar el trabajo. Quien cause un daño injusto mediante el uso de IA será castigado con entre 1 y 5 años de prisión. Mientras que la aplicación de la inteligencia artificial se puede utilizar en la administración pública para acelerar y aumentar la productividad. Los niños menores de 14 años no tendrán acceso a tecnologías de IA sin el consentimiento de sus padres. Mientras que el uso en el sector de la información debe realizarse sin “comprometer la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación”. La aplicación de esta nueva tecnología debe mantener una visión centrada en el ser humano, por lo que los sistemas y modelos no deben poner en riesgo la “forma democrática de hacer la vida institucional y política”.