No fue sólo el impuesto único para los autónomos lo que acabó siendo vigilado en el informe de evasión fiscal que publicó el Ministerio de Hacienda el sábado como anexo al Nadef actualizado. Además de las críticas a este impuesto único, de hecho, los técnicos dirigidos por Alessandro Santoro hicieron los cálculos en sus bolsillos sobre otro impuesto único por el que nuestro sistema fiscal es famoso: el impuesto único sobre las rentas. Lo que ayudó mucho a eliminar la evasión del impuesto sobre la renta a gran escala; Pero a pesar de esto ha causado costos adicionales al estado. Un corolario: la carga sobre las cuentas públicas servía sobre todo a favor de mayores ingresos.
La contradicción identificada por estas conclusiones es sólo aparente. Y para entender esto, basta con mirar los números. El primero es reducir la brecha del arriendo: respecto a 2015, cuando se impulsó el cupón creado hace cuatro años a una levísima tasa del 10% para las rentas pactadas, la tendencia a la evasión disminuyó un 62%, de 1.275 millones a 487 millones. .
En la práctica, el pago producido por el bono sobre todo habría permitido redimir 788 millones de euros anuales. Pero hay sin embargo. De hecho, el informe también intenta pintar un escenario poco realista, donde desaparece el privilegio, se exige la vuelta a la normalidad fiscal, que combina rentas de alquiler con rentas por debajo del tipo marginal del IRPF, y se genera una fuga de contribuyentes que denuncia la evasión a anteriores niveles El resultado, muestra el análisis, será un aumento de la recaudación del orden de los 1.400 millones, más de 600 millones más de lo recuperado gracias al impuesto alternativo. ¿como eso?
La explicación es muy sencilla. El descuento otorgado por el cupón es bastante alto, también porque los titulares de ingresos por alquiler suelen ser contribuyentes de ingresos medios a altos, por lo que la solicitud de impuestos se compara en 10 o 21% con la tasa marginal más alta de 43%.
Por lo tanto, el informe planteó otra consideración. Alrededor del 20% de la disparidad fiscal total benefició al 1% más rico de los contribuyentes – leemos en la página 106 – y alrededor del 60% de todos los recortes de impuestos beneficiaron al 10% de los contribuyentes más ricos. Son, por tanto, los primeros beneficiarios del descuento concedido por el Estado.