«Usted es un héroe.» Al-Naz Ragabi, el corredor iraní que participó sin velo desafiando a la República Islámica, fue recibido con aplausos y consignas por una multitud de más de mil personas que se concentraron alrededor de las 4 a.m. en el aeropuerto de Teherán. La escaladora de 30 años regresó con sus compañeras del Campeonato Asiático de Corea del Sur, donde participó en la final sin velo, obligatorio en público desde 1979 en Irán por los ayatolás.
El jugador le dijo a la prensa en una entrevista en El Aeropuerto, que aparece frente a las cámaras, de hecho, todavía sin un pañuelo en la cabeza pero cubre su cabeza con una gorra de béisbol y una sudadera con capucha negra que llevaba puesta. «Regresé a Irán sana y salva y de acuerdo con el calendario previsto. Pido disculpas al pueblo iraní por las tensiones que han surgido», dijo la atleta, quien agregó que «no tiene intención de dejar la selección».
Según activistas y usuarios iraníes en las redes sociales, las autoridades iraníes obligaron a Rekabi a realizar estas declaraciones. Y siguieron un mensaje de ella ayer en Instagram, en el que dijo que el velo cayó «sin querer» después de que se perdiera.
Según los sitios web de los periodistas iraníes de la oposición en el extranjero, aunque no está claro dónde está, la atleta fue llevada a la embajada de Teherán en Seúl mientras sus fotos de ella compitiendo sin un pañuelo en la cabeza se difundieron por todo el mundo. Un gesto interpretado como apoyo a las protestas que llevan más de un mes en Irán por parte de Mohsa Amini, la kurda de 22 años que murió tras ser detenida por la policía moral por no llevar el hiyab correctamente.
La violenta represión del régimen de Teherán contra los manifestantes ha dejado al menos 240 muertos y 8.000 detenidos en un mes, según ONG de derechos humanos. Funcionarios de la República Islámica calificaron las críticas de Occidente y las sanciones impuestas por la Unión Europea en protesta por la reacción a las manifestaciones como «injerencia en los asuntos internos», y hoy Teherán anunció su respuesta. El ministro de Relaciones Exteriores de Teherán, Hossein Amirbadollahian, anunció que cuatro instituciones y 15 funcionarios occidentales que ayudaron a imponer sanciones a Irán terminarán en la lista de organizaciones terroristas de la República Islámica.