Seamos claros con nuestros amigos no vacunados: las vacunas no tienen nada que ver con eso. Ponte serio de vez en cuando, porque aquí estamos hablando de algo importante. Hay un aumento alarmante en las tasas de cáncer entre los jóvenes. En treinta años, las tasas de cáncer entre personas menores de 50 años han aumentado aproximadamente un 80%, pero todavía no entendemos la razón detrás de esto.
Los casos de cáncer entre los jóvenes han aumentado significativamente durante décadas, con un aumento del 80% a nivel mundial en las últimas tres décadas, según un análisis publicado en la revista médica BMJ Oncology. En Estados Unidos en particular, la tasa de nuevos diagnósticos de cáncer entre los menores de 50 años aumentó de 95,6 casos por 100.000 personas en 2000 a 107,8 casos por 100.000 en 2019, registrando un aumento del 13%.
A nivel mundial, los casos de cáncer han aumentado entre los jóvenes, especialmente el de bronquios y de próstata, pero también han aumentado los casos de cáncer de mama, colorrectal, de estómago y de pulmón. En 2019, se diagnosticó cáncer juvenil a 3,26 millones de personas, un aumento del 79,1% en comparación con 1990.
Las regiones con las tasas más altas incluyen América del Norte, Europa Occidental y Australia. En los países de bajos ingresos, el cáncer juvenil afecta principalmente a las mujeres, con más consecuencias mortales y complicaciones para su salud.
Si bien se tuvieron en cuenta factores como estilos de vida poco saludables, sobrepeso y obesidad, tabaquismo y consumo de alcohol, estos factores por sí solos no explican completamente el aumento significativo. Algunas hipótesis sugieren que la exposición a carcinógenos a una edad temprana puede influir, pero las causas siguen siendo difíciles de alcanzar.
La investigación se centra en diversos aspectos, desde el análisis de las prácticas médicas de las últimas décadas hasta el uso generalizado de antibióticos, pasando por la contaminación del aire causada por combustibles fósiles y la exposición a sustancias químicas que crecieron en la segunda mitad del siglo XX.
Comprender las razones de este aumento no solo podría reducir los nuevos casos de cáncer, sino que también generaría beneficios significativos para los sistemas de salud al reducir los costos asociados con diagnósticos y tratamientos más prolongados.