Hay palabras que sanan y conversaciones que hacen desaparecer los miedos y construyen relaciones de confianza entre las personas. Si quieres conocer los secretos para tener conversaciones inspiradoras, no te pierdas este artículo.
¿Alguna vez has tenido esas conversaciones que te deprimen por completo después de un mal día? Hay personas con habilidades únicas en el arte del diálogo y la empatía; Son personalidades capaces de dar serenidad cuando nuestro mundo es caótico y casi al revés. Las conversaciones estimulantes son un intercambio de pensamientos, emociones e ideas donde la escucha, el respeto y la armonía fluyen entre dos mentes.
Saber hablar es la piedra angular de cualquier tipo de relación. Ya sea familiar, afectivo o laboral. Gracias a esta competencia social, llegamos a acuerdos, fortalecemos nuestros lazos y dejamos una rica huella en los demás. Nada es tan crucial para la vinculación humana como ser bueno en la comunicación.
Ahora bien, hay un tipo de conversación que trasciende cualquier otra. Es el que busca la curación, el alivio, la reparación o el desahogo. No es necesario ser un terapeuta capacitado y certificado para saber cómo tener este tipo de conversaciones. Todos debemos hablar y escuchar en términos más claros y con el objetivo claro de ayudar a los demás – y viceversa -.
Veamos cómo hacer eso.
Tratemos de tener conversaciones menos superficiales y conversaciones más sanas.
Secretos de las conversaciones curativas.
La conversación terapéutica es un diálogo profundo destinado a restablecer la relación entre dos personas, o transmitir apoyo emocional mutuo entre los interlocutores.. Para poner en práctica esta habilidad psicológica, debemos entender que una conversación no es solo un intercambio de mensajes. Es necesario dominar los componentes de esta herramienta.
Por ejemplo, hay personas con excelentes habilidades conversacionales que resultan hablar mal. Y esto pasa porque en este estilo de conversación no vale ser ingenioso ni brillante ni con un discurso maravilloso. La conversación que cura es la conversación en la que empiezan y se utilizan la empatía y el respeto. Escucha activa.
Como dijo el psiquiatra Carl Rogers, Un buen diálogo es lo que puede cambiar a las personas para mejor. Generar esta diferencia enriquecedora en el otro requiere ante todo un trabajo sobre nosotros mismos. Estas son las claves que nos permitirán conseguirlo.
1. Escuche y sea humilde para tener conversaciones inspiradoras
Michael Lehmann, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicó una Quédate En el Journal of Positive Psychology donde destacó algo interesante. La humildad se puede activar en los humanos cuando aprenden a escuchar a los demás.
La escucha activa requiere un corazón y una mente que sepa conectar con las debilidades y complejidades de la persona que las enfrenta, porque también llega a conocer las propias. Sanarnos y arreglarnos unos a otros requiere que nos liberemos del egoísmo, Son capaces de escucharse unos a otros de forma activa y comprometida.
Recordemos siempre esto: El enemigo voraz de la comunicación y la compasión es la arrogancia. La humildad es un valor personal que nos permite conectarnos unos con otros para sanar.
La terapia de diálogo no debe utilizar monólogos. Es necesario aplicar la reciprocidad basada en el respeto, la conexión afectiva, la fluidez del pensamiento y la reflexión.
2. Sea un «refugio seguro» para la otra persona
¿Qué significa ser una salida «segura» para alguien? Esta es una dimensión que todos debemos mejorar. Ser el salvavidas de alguien significa preocuparse por las palabras, las expresiones y la actitud que usas para validar su realidad emocional.. Es para decirle que no la juzgaremos ni la criticaremos. Es para demostrarle a la otra persona que nos estamos comunicando con sinceridad y que cada palabra que nos diga será apreciada.
Podemos mejorar esta eficiencia prestando atención a las siguientes claves:
- Elige tus palabras y cuídalas, siempre teniendo en cuenta que lo que expreses tiene un impacto.
- No se apresure a responder, permita unos segundos de silencio y priorice lo que la otra persona quiere decir.
- Durante las conversaciones de terapia, no emita juicios ni haga preguntas de valor. Verifica lo que dice tu interlocutor.
3. Preguntas para despertar la conciencia emocional
«¿Cómo te sientes? ¿Cómo superaste esta situación?…». Las preguntas encaminadas a despertar la conciencia emocional facilitan que la otra persona conecte consigo misma para liberar el estrés. Muchas veces vamos por la vida con un sinfín de complejos y resistencias interiores.
Por eso, tener una conversación con un amigo y preguntarnos qué estamos sintiendo o qué sentimientos estamos experimentando en ese momento puede cambiarlo todo. No estamos tratando de realizar un interrogatorio. Queremos que suelte el estrés, que convierta lo que hay dentro en palabras.
4. No tengas miedo de ser vulnerable
Las conversaciones de sanación son mutuas y ambas partes juegan. Porque aunque queramos consolar al otro, también nosotros nos sentiremos curados y enriquecidos por este tipo de comunicación. Por esta razón, No debemos dudar en mostrar nuestra vulnerabilidad, ser emocionales y derramar los sentimientos de los demás. E incluso para calmarse unos a otros.
Solo cuando nos permitimos ser vulnerables maximizamos la compasión y los comportamientos curativos.
5. Conversaciones profundas y estimulantes
La comunicación superficial y sin sentido, lejos de estrechar lazos, alimenta su inseguridad. No existe conexión mental o emocional entre quienes no se esfuerzan por profundizar en ella, en quienes prefieren terminar rápidamente la conversación y dirigir el diálogo a aspectos de poca importancia.
Por esta razón, Las conversaciones sanadoras buscan profundidad, despertando la reflexión, abriendo la mente, viendo nuevas perspectivas e incluso nuevos significados vitales.. Filosofan, juegan con nuevas ideas, se enriquecen mutuamente con nuestras opiniones.
6. Conclusión y acuerdos en conversaciones dinamizadoras
«¿Qué podemos hacer a partir de ahora para que todo funcione sin problemas? ¿Qué quieres de mí dadas las circunstancias? ¿Cómo puedo ayudarte? ¿Cuáles son tus objetivos? ¿Quieres volver a hablar más tarde…?».
Diálogos y conversaciones inspiradoras, especialmente aquellas que sanan y reconfortan, nos piden que no dudemos en resumir y cerrar bien esa conversación.. De esta manera potenciamos aún más la interacción y le recordamos a la otra persona que si nos necesita allí estaremos.
cada conversación sano y curativo Es un ejercicio de equilibrio entre dar y recibir. Practicar este tipo de conexión de vez en cuando con las personas que amamos será tan beneficioso como gratificante. ¿has intentado alguna vez?
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